martes, 17 de septiembre de 2013

BINARY DOMAIN


POR: METALMAN
(Revisión 2.0)


Imaginémonos por un momento que los androides existiesen, ayudándonos y complementando a nuestra frágil humanidad con su fuerza e inteligencia superiores...no suena mal ¿verdad?..Pues ahora pensad en lo que podría ocurrir si no fuerais capaces de distinguirlos de un ser humano: Bienvenidos a Binary Domain.


Siempre he pensado que un exceso de “hype” puede sentarle mal a un producto, más aun si lo que se anuncia no se ajusta del todo a la realidad. Con Binary Domain ha ocurrido algo similar, pues aquello que nos mostraron en los vídeos promocionales hacía referencia a un guión bastante duro y, por qué no decirlo, a una obra de ciencia ficción muy madura en apariencia.

Lo cierto es que el juego mantiene todas esas secuencias “crudas”, además de aportar una inquietante trama que las da forma, pero comete un gran error: los sucesos y las escenas que los representan son pura “SCI-FI”, y de muy buen gusto, por cierto, pero la parte jugable está salpicada por un tono humorístico exagerado para con lo que se nos quiere contar, encontrándose fuera de lugar en no pocas ocasiones.

Hay que tener en cuenta que Binary Domain nos muestra un mundo invadido por la pobreza, sin apenas ética tecnológica y con una falta de humanidad muy pronunciada. Todo ello envuelto por una situación de alarma mundial sin precedentes, mostrando como principales antagonistas a una serie de empresas con mayor poder que cualquier gobierno. Ciudades en ruinas, niños soldados...a veces los chistes y las personalidades socarronas de los protagonistas ahogan al resto de la obra, además de dejar en mal lugar a los sucesos o relatos más trágicos del guión.



La trama del título nos cuenta como los humanos han tenido que valerse de máquinas trabajadoras e inteligentes para poder construir nuevas ciudades, a consecuencia de la espectacular subida del nivel del mar (en un futuro próximo).

Las nuevas urbes se erigen sobre los cimientos de las antiguas, ahora pobladas por las clases sociales más bajas, dejándolas a su suerte y creando un nivel de desigualdad excesivamente pronunciado.

Dos empresas fueron las más punteras en el desarrollo de estas nuevas metrópolis, siendo la más brillante la estadounidense Bergen, que competía contra la menos exitosa corporación Amada, con sede en Japón. Ambas se valieron de sus propias tecnologías robóticas.

Ante tal revolución, y en vista de las avanzadas tecnologías de IA y robótica disponibles, las leyes tuvieron que marcar unos límites, como, por ejemplo, prohibir la fabricación de cualquier tipo de androide que pudiera parecerse, o confundirse, con un humano.



Pero en un ataque de locura, y sin un motivo aparente, un ciudadano es acribillado por las fuerzas de seguridad de los Estados Unidos, revelando un oscuro dato: era un androide...y lo más preocupante es que ni tan siquiera él lo sabía.

A estos seres se les denomina como “Hijos del Éter”, y la historia del juego nos cuenta que, además de ser alarmante el hecho de no poder diferenciarlos de un humano, llevan entre nosotros, en algunos casos, más de 30 años registrados como ciudadanos. Sus tejidos, sus recuerdos y su comportamiento son 100% similares a los de cualquier persona…¿Quien los ha creado? y ¿con qué intención?

Hay que reconocer que la trama es bastante buena, y que algunos de los sucesos mostrados en pantalla son dignos de elogio, pues nos pondrán la carne de gallina por el genial dilema que proponen.

Como ya os comentaba de inicio, la parte jugable rompe, en ocasiones, con esta exquisita premisa, pues los protagonistas principales tienen un perfil demasiado similar, siendo socarrones y chistosos en exceso, ante situaciones que pocas veces tienen un enfoque directo hacia la comedia, lo que crea un contraste muy malo, tirando por tierra las excelentes pinceladas de tragedia y pánico que ocurren en determinados momentos. No siempre están fuera de lugar, pero hubiera sido mucho más inteligente contenerlos ante ciertas circunstancias.




Junto al protagonista viajará un grupo de cuatro humanos, de diferentes nacionalidades, y un androide francés (este personaje es lo mejor del juego, y el único que propone un humor satisfactorio). Componen un grupo de choque perteneciente a la unión de varias naciones, y están entrenados para afrontar este tipo de situaciones.

Son conocidos como unidades “Oxido”, y su tarea es la de enfrentarse ante amenazas bio-tecnológicas. En cada misión elegiremos a dos compañeros, mientras que el resto del equipo tomará una ruta alternativa.

Los personajes podrán potenciar sus habilidades mediante máquinas expendedoras, dispersas por los escenarios, siendo importante aumentar las características de aquellos a los que solamos elegir para acompañarnos, pues atributos tan determinantes como la potencia de fuego son ampliables.

En materia gráfica el juego tiene momentos realmente brillantes, destacando sobre todo el imponente aspecto de algunos enemigos “finales”, además de contar con una calidad general bastante decente y unas texturas correctas. Es fluido de forma constante (30 imágenes por segundo, en su versión para consolas).


El diseño de los androides es maravilloso, mostrándose creíbles y amenazantes en todo momento. Realmente parecen sacados de una cadena de montaje por su características, sin que ello signifique una falta de personalidad.

Está muy conseguida su destrucción, permitiéndonos desarmarlos, desmembrarlos e inclusive provocarlos fallos operativos, haciendo que disparen descontroladamente contra sus tropas.

Lo mejor de todo es el enfoque que han recibido "a lo Terminator", pues aún sin piernas se arrastrarán hacia nosotros, con el único objetivo para el que han sido programados: Destruirnos.

La iluminación implementada, así como las físicas y casi todo lo relacionado con el comportamiento de aquello que aparece en pantalla, es satisfactorio en líneas generales, resultando agradable y creíble en casi cualquier circunstancia.


Binary Domain es bastante similar a Vanquish en su apartado gráfico, mostrando, posiblemente, una carga mayor de polígonos y algo más de definición, resultando en un producto con bastantes similitudes estéticas, pero mucho más pulido en su conjunto (aunque jugablemente es bien distinto).

En algunos momentos del juego nos encontraremos con fases de “velocidad” a bordo de vehículos o en formas más originales de lo habitual...siendo trepidantes y acertadas en su diseño y control.

BD se juega al estilo de Gears of War, aunando a su sistema un original modo de comunicación con el resto del equipo (mediante micro o pulsando los botones pertinentes), que no llega a brillar en exceso, pero que al menos aporta algo propio. Su jugabilidad es bastante buena, sin llegar a asombrar pero resultando entretenido en todo momento.

La versión de PC solo destaca por una definición mayor y una tasa más alta de imágenes por segundo (que no es poco) (y es compatible al 100% con el mando de Xbox 360). Aun brillando en conjunto por encima de la versión para consolas, es de esos juegos en los que poco importa el formato en el que lo compres, se disfruta igualmente en cualquier plataforma.


El doblaje del juego es simplemente decente, y su sonido en conjunto es bastante bueno, sin destacar en nada, pero acompañando dignamente. Todo suena bastante bien, remarcando tan solo algunos efectos de explosiones muy conseguidos.

Es un juego muy correcto, con momentos y situaciones brillantes, pero lastrado por una mezcla de géneros tan dispares como mal mezclados. Nadie se aburrirá con este título, que es entretenido y está bien realizado, pero posiblemente os quedéis con la sensación de que, si se lo hubieran tomado más enserio a nivel argumental, hubiera podido ser el juego de ciencia ficción más currado de la actual generación.

A cualquiera que encuentre este juego ofertado, le recomiendo su adquisición, pues si bien es un clon de Gears of War en su modo de juego, es en su diseño y ambientación en donde resulta más carismático y en lo que despunta.

No es un juego imprescindible, pero sí una rareza bastante memorable, además de ser uno de esos títulos con momentos altamente conseguidos. Lo mejor son las escenas realizadas con el motor del juego, en tiempo real, y su atractiva historia, que se podría considerar de “Techno-terror”, siendo una pena enorme que a la hora de ser jugado, aun siendo divertido, no se tome en serio a si mismo. 



UN JUEGO ENTRETENIDO, CON BASTANTES DETALLES BRILLANTES Y UNA HISTORIA ATRACTIVA, PERO QUE PUDO SER UNA OBRA MAESTRA, SI EL DISEÑO DE PERSONAJES SE HUBIERA ACOMODADO MÁS PARA CON LAS EXIGENCIAS DE LA TRAMA Y SUS SUCESOS. 



2 comentarios:

  1. Muy completa tu entrada, Israel. Sin duda, es de los que me gustan y no dudo que, en breve, daré una oportunidad.

    ¡Nos leemos!

    Traffic-Club
    vigilandoelcielo.blogspot.com

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