CONTRA HARD CORPS

POR: METALMAN

(Revisión 4.0)

Konami llegó muy tarde a Megadrive, pero lo hizo entrando por la puerta grande y haciendo partícipes de su buen hacer a los propietarios de la 16Bit de Sega. Hard Corps es una de sus mejores muestras.

Contra Hard Corps (Titulado Probotector en nuestro mercado) resultó no solo en el sueño de poder jugar a la serie Contra dentro de una videoconsola de Sega, siendo también el título más bestia que poseyó la máquina en materia gráfica. 

Multitud de sprites moviéndose a toda velocidad, efectos de rasterizado impresionantes, un paralaje con abundantes planos de scroll, descomunales enemigos y virguerías varias son la constante una vez en juego. Hard Corps parece más una recreativa, por su poderío, que un "simple" videojuego de Megadrive, y aunque es de recibo mencionar que no es lo más bonito dentro de su sistema, sí que es (casi con total seguridad) el más potente. (Al menos, junto a Gunstar Heroes, Alien Soldier, Thunder Force IV y Vector Man [existen multitud de juegos potentes, pero creo que estos destacan con autoridad]).

Además de impresionante es frenético, por lo que también ha de considerarse como uno de los juegos más rápidos del sistema. Y es que se trata de un título endiabladamente veloz y trepidante, inclusive en comparación con los de su género (Run&Gun).

Probotector (Contra Hard Corps) se lanzó con algunas variantes de por medio, dependiendo de la región del cartucho. La edición NTSC-J terminó siendo la peor balanceada (por su facilidad) al integrar continues infinitos y una barra de vida (inexistente en el resto de ediciones), mientras que la versión PAL fue la que mayor dificultad presentaba, con una continuación menos que en la versión USA (la versión USA tiene 5 continues). Mencionar que la versión PAL contiene variaciones en su guión, cambiando ciertos nombres y mostrando alteraciones en algunos textos de la trama, aunque el desarrollo del juego es el mismo.

Se trataba de un juego difícil, aun siendo un título muy bien balanceado y plenamente disfrutable (algo más complicado que Contra III - Súper Probotector), en el que una vez entendidos los patrones de ataque de ciertos enemigos lográbamos avanzar sin demasiado esfuerzo.

Su jugabilidad podía considerarse tan sólida como una roca, aun con su nivel de exigencia en según qué versiones. Al igual que en otros tantos de su época, su dificultad es similarmente proporcional a nuestra memoria, pues su base es tan típica como la del ensayo y el error: Siempre que aparece un nuevo enfrentamiento u obstáculo tenemos las de perder, y más vale tenerlo en cuenta para la siguiente partida, o no avanzaremos al ritmo deseado.

Como colofón para un control estupendo, en base al aspecto jugable antes comentado, añadamos un modo de dobles igual de desafiante, aunque algo más sencillo que en solitario. 

En esta entrega contamos con la opción de elegir entre cuatro personajes diferentes (aquí no aparecen Lance y Bill), cada uno con su propio aspecto y peculiaridades. No dista en exceso cualquiera de las elecciones, aunque al optar por Browny (un personaje robótico de diminuto tamaño) podremos valernos en ciertos enfrentamientos de su baja altura.

Además de con este último (cuyo nombre real es CX-1-DA300), contamos con la participación de Brad Fang (un "Cyber" soldado de brazos biónicos y aspecto lobuno), Ray Poward y Sheena Etranzi (estos dos, de aspecto humano). 

Estos personajes se corresponden con las versiones extranjeras, ya que en territorio PAL fueron sustituidos por diseños con aspecto de robots (Al igual que ya sucedió en Contra III/Super Probotector). Por mucho que cueste creerlo, este cambio es a consecuencia de la censura que sufrió el juego en Europa, donde se decidió alterar el aspecto humano de la mayoría de personajes, para evitar todo realismo posible...

Para la ocasión, la trama nos propone un ligero salto en el tiempo (a 5 años de las Alien Wars ), y nos sitúa en mitad de una persecución: El Coronel Bahamut está diseñando una poderosa arma para atentar contra toda vida humana, y la misión del comando Hard Corps es la de pararle los pies.

Para llevar a cabo su plan, este antiguo mando de la resistencia (luchó en las Alien Wars) se valdrá del saber de un chiflado mad doctor llamado Dr.Geo Mandrake, que posee el secreto para manipular el ADN extraterrestre y crear así un sin fin de peligros mayores que los de tiempos pasados. 

A nuestra caza se unirá el caza-recompensas Dead Eye Joe, quien intentará, bajo las ordenes del loco Coronel, destruirnos a toda costa. Una nueva guerra se avecina si fracasamos en nuestra misión...

Está claro, porque esto es un Contra, y además uno inspirado en la tercera parte, que los enfrentamientos contra titánicos enemigos estarán a la orden del día (algunos son fabulosos en cuanto a diseño y mecánica), así como la variedad de situaciones, ya sea abordo de motos propulsadas, encima de cohetes o de aeronaves, e inclusive sobre un tren. Sin olvidarnos de las típicas fases a pie, claro.

Se pierden las pantallas de perspectiva superior (los famosos niveles "MD7" de Snes), ya que las críticas por su inclusión en la anterior entrega fueron bastantes (a mi me gustaron, vaya). No se resiente por ello, ni se trata de una exclusión por falta de potencia, y queda paliado por una variedad más abultada de fases con desplazamiento horizontal (alguna de ellas se muestra en 3ª persona, caso de la huida en la autopista).

Un punto muy a su favor, que termina por redondear en una re-jugabilidad más agradecida, es la inclusión de misiones optativas en determinadas fases, lo que nos permite descubrir nuevos niveles y jefes finales en siguientes partidas (un texto aparecerá en ciertos momentos durante las narraciones, y nos invitará a elegir una de las dos opciones disponibles).

Los únicos puntos criticables del cartucho, y son relativos en cierto modo, tienen que ver con su BSO (que suena estupenda, pero es excesivamente machacona, en plan Techno) y el extraño uso de la paleta de color.

Esto último entiendo que es parte del diseño, y no una limitación técnica, y aparece en forma de una cantidad abusiva de tonos oscuros y negros absolutos. Se nota que quisieron darle un aspecto más tenebroso que en anteriores entregas, pero viendo lo fabuloso de este apartado en los otros títulos de la compañía (Rocket Knight Adventures, Tiny Toons), choca la elección. No por ello se desluce su apartado gráfico, pero es una curiosa elección viniendo de una compañía tan colorista en este sentido.

En resumen, para ir finalizando, nos encontramos ante un producto prácticamente redondo, desbordante y desafiante en su faceta jugable, asombroso en temas técnicos (hay que verlo entero, de principio a fin, para gozarlo todo) y totalmente respetuoso con la identidad de la saga, de la que forma parte siendo, posiblemente, su segundo mejor juego (tras Contra III...y depende de para quién, porque hay quien se queda antes con este, y lo entiendo).

Por desgracia, es un cartucho bastante limitado (sobre todo en su formato PAL, cuyas unidades en perfecto estado se sitúan alrededor de los 120/140 euros), cuya versión más accesible es en formato NTSC-USA, rondando los 60€ (la edición japonesa fluctúa mucho, y no es raro encontrarla por encima de los 200€, pero no es nada recomendable en comparación con las otras dos).

Juego básico dentro del amplio catálogo de Megadrive, siendo, además, el único Contra aparecido en plataformas de Sega (olvidándonos del penoso Legacy of War para Saturn...) y un título perfecto para los amantes de la acción sin tregua. Uno de los grandes de su sistema: UN JUEGO BRUTAL E IMPRESCINDIBLE.