lunes, 30 de septiembre de 2013

JUNGLE NO OUJA TAR-CHAN: Sekai Manyū Dai Kakutō no Maki


POR: METALMAN

Jungle no ouja Tar-chan es un clásico del Manga y de la animación nipona, cuya publicación en papel (y serie de televisión) tuvo lugar entre finales de los 80 y mediados de los 90. Existen dos adaptaciones al videojuego, y hoy nos vamos a centrar en su versión para Super Nintendo.

Antes de entrar en materia, es necesario resumir las señas de identidad de la serie: Tar-chan es una versión deformada del rey de la jungla al que todos conocemos, y parodia las aventuras del mismo y de todo aquello que le rodea. Chita, Tarzán, Jane: son ellos, pero distorsionados hasta el grado de máxima "risión".

En este caso es también un niño criado por monos y un defensor de los animales, pero, además de esto, es un alcohólico, un luchador de artes marciales conocido en el mundo entero, tiene la elasticidad de un chicle (puede doblarse hasta lamerse el culo...) y su escroto se estira hasta formar unas alas con las que planear.

Lo sé, esto último va más allá de lo insólito, pero es así (en el videojuego también muestra esta extraña dote, aunque si no se explica no se percibe de esta manera). Y es que Tar-chan vendría a ser una serie muy al estilo de Chicho Terremoto (una de mis favoritas), con elementos paródicos y bizarros un punto por encima de lo que podríamos entender como infantil (en ningún momento hay sexo, ni nada parecido. Es una serie humorística para jóvenes y adultos).


Ya explicado esto, todo cobra más sentido (¿?) y ahora no nos extrañará que tras un combate (2ª fase) nuestro protagonista doble su cuello hacia atrás y empiece a lamerse las heridas (de lo más gracioso y exagerado que he visto en mi vida). Tampoco nos asustaremos al ver la forma en la que se le infla la cabeza cuando recibe daños, o cómo, en determinadas circunstancias, se convierte en una pelota de carne para rodar...y no quiero hablar de la animación a presenciar cuando lo controlamos a nado...espectacular. Pocos cartuchos (y series, ya que estamos) son tan graciosos en torno a la comicidad de sus animaciones.

Así pues, y haciendo honor al marcado humor de la serie, vaya por delante que nos encontramos ante un juego divertido a rabiar en su representación, y exageradamente alocado en la forma de mostrar ciertos sucesos. (no reírse es imposible en algunas circunstancias).

Todo esto se muestra a través de un juego de acción y plataformas, en el que lo más importante es encontrar la salida del nivel. Sus fases están estructuradas de tal manera que se asemejan a pequeños laberintos, teniendo que encontrar la ruta adecuada para poder progresar.

En nuestro avance nos toparemos con malévolos cazadores (mención especial para la animación de sus muertes...), luchadores con poderes en plan Dragon Ball y muchas trampas mortíferas.


Para progresar en ciertas secciones tendremos que utilizar lianas, romper estructuras que nos abren caminos, destruir bloques de piedra enormes con nuestra "fuerza de león", mover objetos para subirnos encima y llegar más alto... El planteamiento es bueno, la verdad, y aunque no es muy difícil, requiere de cierta pericia.

Y es que los niveles y los enemigos no son demasiado desafiantes, pero el control es más propio de los tempranos juegos de 8Bits, con unas detecciones de pixel y unos patrones muy cuadriculados, que de su generación.

Esto se pronuncia en exceso durante los saltos, pues o los medimos bien a la primera, o nos caemos sin poder remediarlo. En las peleas ocurre exactamente igual, teniendo que acostumbrarnos a medir muy bien los golpes, pues están implementados al milímetro, y a veces fallamos de forma ridícula.

En la primera partida se hace notar mucho, pero una vez llevemos un par de vidas jugadas habremos encontrado la medición exacta (esto lo hemos vivido en Alex Kidd, en Ninja Gaiden y en casi cualquier otro título de esa época). Solo seguirán siendo algo inexactos los saltos en ciertas fases.


Resumiendo su punto jugable, yo diría que se encuentra entre el límite de lo divertido y lo mal programado. (Más cerca de la diversión, pero por poco). Sin embargo, todo el título posee un encanto especial, y una vez acostumbrados a sus cuadriculadas exigencias puede resultar muy entretenido. Esto no es comparable a Super Mario World o a Donkey Kong Country, que quede bien claro, pudiendo considerarse como una serie B, con mucha gracia y estilo, dentro del mismo género.

Gráficamente es un título correcto, sin ningún alarde pero con animaciones y situaciones tronchantes. Gana más por su loco diseño que por la técnica empleada. Las animaciones son bastante llamativas, pues contienen un buen número de patrones y están bastante conseguidas.

A nivel de audio, el juego acompaña muy bien, con melodías divertidas que no empañan la experiencia, pero que tampoco logran destacar en absoluto. Con los FX ocurre exactamente igual, cumplen su función y no suponen dolor alguno.

Jungle no ouja es un juego que requiere de un mínimo aprendizaje (algo insólito en nuestros tiempos...), pues en la toma de contacto inicial no sabremos al 100% qué es dañino o qué no lo es, poniendo como ejemplo a ciertas protuberancias puntiagudas que encontraremos en el suelo, y de las que inmediatamente huiremos, para tiempo después descubrir que nos invitan a rodar sobre ellas, por ejemplo...


Los enfrentamientos finales son muy sencillos, pero divertidos en la misma medida que el resto del juego, así como sus secciones intermedias (en perfecto japonés), donde conoceremos a la versión "super deformed" de Jane... Existe, entre fases, un minijuego al estilo de "piedra, papel o tijera", en el que nos enfrentaremos , junto a los buenos de la serie, contra los malos malísimos.

En conjunto es un título muy divertido y poco usual, que no llega ni de lejos a convertirse en imprescindible, pero que brilla a su manera. Si queréis reíros y pasar un buen rato, sin complicaros demasiado, este juego puede sacaros más de una sonrisa.

Es otro de los muchos títulos ocultos de Super Nintendo. Por supuesto, solo existe en versión japonesa y, aun siendo una rareza, es un cartucho bastante barato. Antes de cerrar el artículo, quería comentaros que este Tar-chan es el personaje más alocado que he encontrado en Super Nintendo, con esos cambios de forma (ya os lo comentaba, pero al igual que sucedía en Chicho terremoto, en donde, según la circunstancia, se le veía como un tipo adulto y elegante, o como una pelota que hablaba) y con esas ridículas poses. Enorme personaje, de verdad.


2 comentarios:

  1. Siempre he pensado que los juegos más originales, piscotrónicos y divertidos (pero raros de cojones...) de la Super Nintendo jamás salieron de Japón y por eso hoy en día son piezas de culto. Lo creo desde hace muuuucho tiempo. Lo que pasa es que hoy en día también pienso que viendo como era el mercado de videojuegos en aquella época en el mundo (y en particular en España) tampoco hubieran tenido un hueco fuera de Japón. Y es que tu piensa una cosa (esto es una de mis teorías propias locas...... jajajaja!): En España el tema de los videojuegos siempre fue bastante marginal hasta que en 2001 salió la PlayStation 2. Hoy en día es cierto que nuestro país es uno de los grandes consumidores de videojuegos (somos jugones por naturaleza...), pero en los 90 no lo éramos. Es como si en España hubiera habido dos grandes épocas de jugones. En los 80 la gente del Spectrum (que fue un verdadero boom sin precedentes único en España) y a partir de 2001 con la PS2 hasta el presente. Es como si en España la famosa guerra de los 16 bits no hubiera tenido el impacto que tuvo en otros lugares del mundo... en fin. Curioso juego, por cierto, jajaja!

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    1. Pero es porque el humor japonés era así (que ya no lo es), y esto no se entendía fuera. Realmente en España se venden cifras ridículas de videojuegos, por lo que me comentó un redactor que pilota bastante, y con la excepción de las navidades, aquí con vender 10.000 ya es un éxito tremendo...y eso es bien poco cuando lees que un juego ha vendido millones en todo el mundo.

      Lo que si es cierto es que entonces no había un mercado real.

      Viva Tar-chan!!

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