jueves, 23 de octubre de 2014

RED DEAD REDEMPTION


POR: METALMAN
(Revisión 2.0)

John Marston busca desesperadamente la redención, pero el pasado no desaparece por mucho que lo deseemos y es imposible de alterar. ¿Se conformará Marston con cambiar de vida? ¿o seguirá cometiendo los errores de antaño, sin pensar en el futuro arrepentimiento que acarrearán?

Existen juegos que definen nuevos géneros, juegos que los perfeccionan hasta el límite y juegos que re-inventan el suyo propio.

Red Dead Redemption pertenece a esta tercera clase, pues no inventa nada que GTA no hiciese en su día, a la vez que tampoco se sitúa en la cúspide de ningún lugar, pues se podrían implementar miles de cosas que el juego no posee. Puede ser superado como producto (no como experiencia), sin duda.

Sin embargo, RDR se encarga de crear una fina barrera entre los títulos denominados como Sandbox (término demasiado generalizado) y la sub-categoría conocida como Action RPG. Se podría pensar que San Andreas ya era el juego que marcaba esa línea, pero sería una equivocación absoluta, pues GTA SA era (y sigue siendo) la perfección dentro del género, y no su re-invención. En SA nuestro comportamiento no afectaba de forma directa al mundo en el que se desarrollaba la historia (el honor en RDR), ni lucía semejantes misiones aleatorias, entre muchas otras cosas.




Debido a ese factor aleatorio RDR se desmarca, creando un mundo algo menos encorsetado y más creíble. No es perfecto en este sentido, pues se podrían haber empleado rutinas mucho más variadas o diferenciadas, pero es lo suficientemente notable como para dudar, en ocasiones, entre la estructura férrea de los Sandbox y la mayor libertad, y respuesta del entorno, que ofrecen los juegos de rol.

Otro gran diferenciador, de suma importancia, es la propia ambientación del título, mostrada a través de un mapeado “plano” y transitable en más de un 90% del total, eliminando de un plumazo los mundos verticales modernos, delimitados por carreteras y vagas zonas boscosas. En RDR el entorno ofrece una mayor interacción, que no supone una riqueza jugable superior, pero sí una libertad más creíble (donde no hay cientos de edificios “intransitables e inexplorables”).

Redemption se siente desde el inicio como la re-invención de lo establecido (más bien, como el primer paso de esa reinvención)…y recemos por una evolución lógica, y no la impropia involución sufrida dentro del género gracias a GTA IV (que contenía una trama genial y muy madura, pero envuelta en un mundo que dejaba de ser práctico y creíble al poco de comenzar su andadura).

Es inevitable pensar (en caso de conocer la obra) en la Odisea cuando se está disfrutando de RDR, pues el denominador común, ambientaciones a parte, es un héroe apartado de su hogar en contra de su voluntad, vagando por un desconocido mundo y siendo retado constantemente.




Esto no quiere decir que los chicos de Rockstar se basasen en el clásico poema griego (realmente lo desconozco), pero son equiparables en torno a su protagonista. La rudeza de John Marston es similar a la de Odiseo, así como su constante pensamiento de volver al hogar con su hijo y su mujer, de vivir una vida normal, lejos de la gloria y de la violencia del pasado. Los dos saben que hay "dioses" por encima de sus cabezas, pero quieren vivir como si no existiesen.

Es curiosa la trama de ambas obras (en torno a su conexión) y la motivación que desata y define a las mismas: Marston es un hombre que quiere dejar la delincuencia y que se revela contra los que le han convertido en un asaltante, traicionando a los mismos e incluso siendo castigado por ello. En el caso de Odiseo el nexo es muy similar, revelándose Ulises contra los que le han transformado en lo que actualmente es (un campeón, en este caso) y siendo condenado por lo mismo.

Dos personajes amonestados por renegar de su naturaleza, sometidos a un largo viaje por tierras desconocidas y con un sueño impropio para dos leyendas: querer dejar de serlo en pos de una simple humanidad intrascendente…pero claro, “no se puede dejar de ser cuando ya somos”. En cualquier caso, y ante distintos desenlaces, los dos son protagonistas de su propia redención y Odisea.

Centrándonos en su aspecto visual, y más allá de la espectacularidad o de la técnica (ambas presentes en el título), RDR se muestra por encima de la media gracias a un diseño creíble y orgánico, mostrando un mundo diseñado de forma excelente y con aplastante lógica.




Será difícil encontrarse con terrenos que nos hagan pensar en escasez de polígonos e inclusive, si no somos muy puntillosos o detallistas, ni nos pararemos a pensar en el propio terreno (lo que ya indicaría que es creíble). RDR posee uno de los entornos naturales (realistas) más exquisitos jamás diseñados en juego alguno.

A nivel de sombreados, de texturas, distancia de visionado e iluminación, RDR encuentra el balance perfecto en todo momento, jugando a aumentar aun más esa sensación de credibilidad. Ninguno de estos aspectos es, por separado, un hito dentro del videojuego, ni tampoco se pueden considerar como realmente impresionantes. Es en conjunto donde todo cobra sentido, sin que nada destaque o quede por debajo llamando la atención, logrando un todo de calidad indiscutible, pero más llamativo en cuanto a su acertado diseño que a lo puntero o asombroso de sus tecnicismos.

RDR es un juego capaz de demostrar que las técnicas, bien utilizadas, y sin ser las más novedosas o deslumbrantes, pueden crear maravillas realmente buenas. Es lógico incluso en este apartado, que aun sin ser lo máximo recreará ante nuestros ojos postales inolvidables (constantemente…). Sus puestas de sol, su noche cerrada, los momentos de tormenta, el acalorado horizonte...invitan a pararse de vez en cuando para, simplemente, disfrutar de las vistas.

En cuanto a las animaciones, cabe destacar el gran trabajo realizado con todos y cada uno de los animales que aparecen en el título (recordemos que nos encontramos en un entorno natural y salvaje), logrando un grado de calidad solo empañado por los pequeños (y para nada molestos) fallos de detección. Es simplemente increíble el resultado obtenido con los caballos del juego, sin menospreciar en absoluto a las rutinas de animación de los personajes humanos, que también son impresionantes.


En esta ocasión, RAGE y EUPHORIA vuelven a ser los motores elegidos para dar vida al mundo de RDR, los mismos que se encargaron de mostrar todas las virtudes del semi-fallido GTA IV.

Respecto al sonido, es exquisito a todos los niveles, tanto FX como BSO son simplemente magistrales, así como también lo es el doblaje, encontrándonos ante uno de esos casos donde, dejando a un lado la propia comprensión del idioma, es de agradecer que se mantengan las voces originales. (El juego cuenta con subtítulos en castellano).

El acompañamiento musical es uno de los mejores que he escuchado en años, pero posiblemente no por su composición o temática, sino por la fuerza que impregna en todo momento, creando desde misterio hasta soledad. Es un apartado musical 100% a juego con todo lo que muestra el aspecto gráfico, en consonancia con los sucesos y con los sentimientos que nos quiere transmitir la trama, además de representar en su totalidad al espíritu del viejo oeste. Y sin caer en plagios o en mitos sonadísimos.

Su plano jugable nos permite seguir las misiones de la trama, buscar tareas alternativas, misiones secundarias, sucesos aleatorios o, simplemente, vagar por el escenario y disfrutar de sus vistas, de su naturaleza, de su diversidad animal y de la caza, además de poder dedicarnos a ganar (o perder) fortuna en los diversos mini-juegos esparcidos por todo el mapa, siendo estas tan solo algunas de las tareas a realizar.


Podremos capturar a los más buscados, domar caballos, explorar en busca de plantas o tesoros…son muchas las opciones a tener en cuenta, todas bastante logradas y muy atractivas. Solo se podría pedir algo más de diversidad en los sucesos aleatorios, que se terminan repitiendo demasiado, y son muy parecidos. (Si hubiesen implementado más asaltos al tren, o misiones de protección de la diligencia, e incluso alguna misión a contra-reloj para entregar algo, o similares, el juego hubiese ganado muchos enteros, aun siendo increíble con esta comprensible limitación).

A nivel de trama, RDR se divide en tres capítulos, cuyo primer acto es simplemente majestuoso, con sub-tramas originales y personajes únicos, resultando en un “capítulo” impresionante de principio a fin. (Una maravilla)

En su segunda parte la trama nos provee también de buenas misiones, pero ofrece diálogos, intereses y personajes mucho más huecos y predecibles. Es un capítulo agradable, pero sin la evolución necesaria para con la historia, y mucho menos para la jugabilidad. Es la parte más monótona e irracional de todo el juego, aunque nadie se aburrirá. Simplemente, es un bajón evidente ante la majestuosidad de la primera parte.

El juego se recupera en su tercer acto, y aun sin contar con la grandilocuencia del primero, el sentido del mismo y los sucesos tan diferenciados que viviremos vuelven a dar motivo directo a la trama y al juego, elevándolo de nuevo a un grado superior. Es un acto que se hace necesario para definir al completo a nuestro personaje, para comprender su auténtica ambición y para poder darle sentido al desenlace final y a su epílogo.


Es curioso, y no quiero destripar nada, (nunca me ha gustado hablar de tramas sin tapujos) como el epílogo, que suele sintetizar lo más importante y positivo de la obra, e incluso sirve (o antaño lo hacía) como tapadera y forma de rebajar posibles sucesos violentos acontecidos, funciona a la inversa de lo que uno espera (hablando de un epílogo, y no de la conclusión de una trama). Ensalza todo aquello que el protagonista ha logrado olvidar durante el tercer acto, dando comienzo a otra posible historia de redención (resume a la auténtica némesis de Marston, creando una moraleja negativa). Es una extraña “contra-oferta”, lo que finaliza en una originalidad bastante alta, aunque habrá a quien no le guste…

RDR es un juego sumamente completo, complejo en su justa medida y con una riqueza jugable fuera de toda duda. Estamos ante uno de los más grandes de su generación, por calidad jugable, argumental, técnica y ambientación, además de por encargarse de construir un puente bastante sólido entre dos géneros cada día más parecidos (Sandbox y Action RPG).

No se puede hablar de un juego perfecto al 100%, pues los sucesos aleatorios (algo que pedían a gritos los juegos tipo GTA) son poco ambiciosos y demasiado similares, aunque el resto de facetas cumplen por encima de la media.

Aun con todo, como experiencia es ejemplar e incomparable, pues ningún título de esta generación (Gun tampoco..) ha sabido mostrarnos el salvaje oeste de manera tan convincente y con tanta clase. (Si os gusta la temática del oeste, os recomiendo el ya mencionado Gun, mucho más modesto, y el genial e infravalorado Call of Juarez II: Bound in Blood, siendo uno de los mejores juegos basados en el Western…aunque es bastante breve y mucho más exagerado).


Es un juego recomendado para jugadores tranquilos y pacientes (aquí no nos servirá desatar el caos para evitar el aburrimiento, como en GTA) pues sus pausas y sus largos (y abundantes) viajes son parte de su esencia y de su gracia.

Solo criticaría el ya mencionado sistema aleatorio (aun agradeciéndolo y a sabiendas de que es la mejora más importante) y los altibajos del segundo capítulo, junto a algunas otras misiones con una falta total de carisma…por suerte, pesan mucho más las virtudes que los defectos.

Me quedo con su sensación de libertad, con lo poético de su entorno al variar de forma horaria, con lo humano de su protagonista y con su alta credibilidad. Insisto: como producto se puede mejorar (en algunos aspectos muy concretos, porque en su mayoría es perfecto), pero como experiencia es único.



8 comentarios:

  1. HOLA ISRAEL!!!!
    como estas???
    Me encanta tu blog, está buenísimoooooooooooooooooo
    muy colorido y con mucha información. Como siempre.
    Saludos, nos vemos mañana!!!

    tigrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrra
    traffic-club
    www.tigra-cuentosdehorror.blogspot.com




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  2. Yo no juego, videojuegos pero me he leido toda tu reseña del juego y esta buena, dan ganas de jugarlo. No esperaba que lo comparas con la odisea, se me hizo un dato curioso. Me gustan mucho las historias de pistoleros así que se me antojado aun más jugarlo mientras leía y más cuando vi el trailer.

    Saludos.

    Traffic Club http://blogdewarrior.blogspot.com.es/


    Traffic CLUB.

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    1. Lo de la odisea es curioso, pero ya se sabe: todo se inspira en la literatura, y los videojuegos no iban a ser menos!

      Saludos!!

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  3. Hola: Nunca me ha gustado el Grand Thief Auto... y no porque sea violento... porque las mafias y la violencia (en el cine, literatura, etc) me gustan... No se el porque, pero nunca me ha gustado... pero este es otro cantar. Viendo que era de los mismos creadores, no me atraía lo más mínimo, hasta que vi un trailer en televisión que hizo interesarme por él y a la postre comprármelo para la Xbox 360.

    En definitiva es, que me llevé una sorpresa mayúscula al ver que, posiblemente, sea uno de los mejores videojuegos de la historia a todos los niveles... es muy completo, grandilocuente, y con una factura técnica impecable... Si el gran Sergio Leone levantara la cabeza...!!!

    Saludos compañero.

    Traffic Club.

    La Taverna del Mastí.

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    1. Yo tampoco soy demasiado fan de GTA, pero este juego es otra historia...comparten mecánica de juego, pero nada más. Si tienes oportunidad, hazte con él, no te arrepentirás.

      Saludos!!

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  4. Este juego es brutal, tanto técnicamente como gráficamente.

    De ver esta entrada, tengo ganas de jugar otra vez.

    Traffic-Club
    www.discoduroderoer.es

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    1. De lo mejorcito jamás programado!

      Gracias por el comentario!

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