viernes, 23 de enero de 2015

WILD GUNS


POR: METALMAN
(Revisión 2.0)

No es la primera vez que ocurre: un título de calidades indiscutibles pasa desapercibido...Es el caso de Wild Guns y de su frenética propuesta, programada con maestría por Natsume.

Empezando por su historia, Wild Guns nos relata como la joven Annie, tras perder a su familia por culpa de una banda de gangsters, se lanza a la búsqueda de un afamado cazarrecompensas, contratándolo para que la ayude a eliminarlos y así poder realizar su Vendetta...no es la trama más original del mundo, pero basta y sobra como justificación.  

Wild Guns es un juego que recuerda a recreativas del tipo Cabal o West Story, teniendo una mayor semejanza con esta última, al situar su acción en el lejano Oeste, aunque aquí se aporta la diferencia de desarrollarse en un Oeste aun más lejano y futurista, pudiendo ser comparado en ambientación con la fabulosa serie de dibujos animados BraveStar.

No nos encontramos ante un juego de "indios y vaqueros", sino ante un título con clara inspiración Steam/Diesel Punk, donde la mayoría de enemigos son androides y extraños engendros mecánicos.



Nada más empezar tendremos que elegir entre uno de sus dos personajes: Clint (me encantan los tributos hacia las estrellas USA que los japoneses hacían en los 90) y Annie, dispuestos ambos para arrasar, tiro a tiro, con todo lo que aparezca en pantalla, inclusive destrozando los decorados (detalle de impresión para su época) hasta no dejar títere con cabeza.

El transcurso de juego no varía en absoluto, independientemente de a quien de los dos elijamos, y simplemente cumplen el objetivo de diferenciarse, para no generar confusión en el modo de 2 players. (Aunque es posible que los dos jugadores elijan al mismo protagonista, con la típica variación de color de por medio).

Una vez seleccionado el personaje de nuestro agrado, y metidos ya en faena, nos encontramos con un sencillo desarrollo: Movemos a nuestros personajes horizontalmente por la pantalla, desplazándolos al mismo tiempo que al punto de mira con el que cuentan, y agregamos un botón de disparo, uno de salto/esquiva y otro para utilizar un ataque especial (dinamita). Simple y directo.

Wild Guns es magnífico en lo que respecta a su jugabilidad (sobre todo en su modo de dobles), con una dificultad bastante bien medida (contiene tres modos distintos) y con una curva genialmente desarrollada, aportándonos un sin fin de enfrentamientos contra jefes de mitad de nivel  (hay que reconocer que estos se repiten bastante) y unos interesantísimos duelos contra mastodónticos final bosses, que llenarán la pantalla con sus impresionantes diseños. 



El genial título de Natsume cuenta con 6 fases, divididas cada una en 3 sub-niveles, a excepción de la última pantalla que contiene 4. No es excesivamente largo, aunque responde en duración a los cánones de cualquier arcade de su época.

Además del típico modo historia, el juego cuenta con una opción denomida VS, cuyo objetivo es acertar al mayor número de blancos posibles con un límite de tiempo. Se podría decir que es una galería de tiro, y no transcurre en las fases del modo principal. Una de las características más agradables de este modo es la opción de poder jugar contra la máquina.

Quizá, lo único achacable al concepto de juego sea su mecánica repetitiva, que nos ofrece un frenetismo más que evidente al inicio y una rejugabilidad poco atractiva una vez finalizado…pero esto es aplicable para todos los arcades, y no ha de ser contemplado como un fallo. Es más, y siendo sincero, yo lo plantearía como una virtud, pues algunos juegos son grandes gracias a no complicarse en exceso, aun implicando una vida corta: Breve pero intenso.

Wild Guns cuenta con una paleta de color increíble, llena de tonos alegres y pastel que en ningún caso desentonan, además de mostrar unos sprites de sobresaliente definición, y algunos “raster efects” bastante conseguidos (como el efecto del calor). Tiene un diseño excelente, con escenarios muy vistosos y detallados, mostrándolos siempre a rebosar enemigos, y sin que esto suponga ralentización alguna.



En su apartado sonoro nos encontramos con dos facetas de abultada calidad: por un lado unos maravillosos efectos de sonido y, por el otro, una BSO de grandísima factura, conteniendo unos temas vertiginosos y sumamente pegadizos, que convierten la acción en algo siempre trepidante y llevadero.

Desde mi humilde opinión, Wild Guns posee una de las mejores BSO dentro del catálogo de Super Nintendo, pudiendo ser comparada con otras tan míticas como las de Parodius o Actraiser.  Es de esos juegos en los que podemos pasar un buen rato dentro de las opciones, deleitándonos con su sound track

Conseguir Wild Guns en su versión PAL, completo, es bastante difícil y sumamente caro (y en NTSC más o menos igual), aunque optar solo por el cartucho nos simplificará bastante las cosas, además de suponernos un desembolso mucho menor, aun superando la media de precio de los juegos de Super Nintendo (a 2014, entre 120 y 150€.. solo el cartucho).

Wild Guns se puede considerar como un título imprescindible dentro de su catálogo, al no existir apenas rivales en su modo de juego, y en segundo lugar por ser un título redondo, con unos apartados técnicos y artísticos muy logrados, a la par que una jugabilidad y duración acertadas.



Si tuviera más rivales, en cuanto a concepto, sería un juego simplemente muy recomendable, pero, al resultar casi único en su estilo (dentro de la plataforma) y añadiendo por ello un exotismo extra, me veo obligado a calificarlo como indispensable para cualquier coleccionista de SNES.

Como curiosidad y cierre, deciros que dentro de la serie nipona Compati Heroes, de Banpresto, existe una serie de juegos llamados The Great Battle, cuya 5ª parte homenajea a Wild Guns...al estilo super deformed



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