WINDJAMMERS

POR: METALMAN

(Revisión 2.0)

Arcades deportivos podemos encontrar en cualquier plataforma, pero que sean tan directos, frenéticos y sencillos como Soccer Brawl o Windjammers, solo los hallaremos en una: Neo Geo. Centrémonos en el segundo.

Supongo que todos, en alguna ocasión, hemos disfrutado del típico juego recreativo de los “discos de aire” (Air Hockey), donde el reto a batir consiste en introducir un pequeño disco en el lado contrario de la mesa. Es un concepto sencillo como pocos, pero crea un pique tremendo y resulta en uno de los juegos más satisfactorios que jamás se han creado.

Pues bien, Windjammers es eso mismo, recreado de forma digital, con unos gráficos muy atractivos, y aportando una serie de variantes propias. En este fenomenal juego, de los extintos Data East, participaremos en un campeonato ficticio de Flying Discs (discos voladores), donde la meta es introducir el mismo en la portería rival, encontrándose esta divida en varias zonas con diferentes puntuaciones.

El juego nos permite seleccionar entre 6 participantes diferentes, cada uno con su balance de atributos y de distinta nacionalidad, además de proporcionarnos también 6 pistas con ambientación y características personalizadas.

Windjammers es un arcade puro, de la vieja escuela, y es por eso que se trata de un producto sin apenas adornos, que se centra en conseguir una experiencia directa y emocionante, donde la velocidad de juego es el factor más importante.

El juego apareció en recreativos (MVS) durante el año 1994, consiguiendo más éxito de público que de crítica, donde recibió puntuaciones bastante “normalitas” para tratarse de un auténtico pura-sangre de los arcades.

Hablamos de un título muy bien diseñado, pero sin alarde alguno de por medio. Se puede decir que en su conjunto es bastante correcto, buscando siempre la utilidad por encima del espectáculo. Esto no impide que posea unos sprites adecuados para la época y un conjunto llamativo y muy personal.

Lo más destacable en el plano técnico es su fabuloso uso del color y el correcto diseño de su perspectiva cenital (más bien isométrica). Insisto en que nada destaca excesivamente por separado, pero tampoco encontraremos elemento alguno fuera de lugar.

Yo siempre comparo a Windjammers con Soccer Brawl, ya que los dos son juegos sumamente atractivos y con un fuerte carisma que los diferencia del resto, pero no han necesitado de artificio gráfico alguno para destacar y convertirse en clásicos. En ninguno de ellos encontraréis rutinas asombrosas, pero su diseño es tan bueno que resultan llamativos sin necesitar de nada más.

Tampoco quiero que se lleve nadie a engaños: Windjammers es un juego de Neo Geo, y muy bien programado, lo que le hace destacar ante muchos de los juegos 16bits del momento. Es "normalito" dentro de su plataforma, pero no podría ser portado a otras máquinas de su generación sin recortes técnicos de por medio.

Al igual que en su apartado gráfico, Windjammers no despunta en lo sonoro, siendo también una faceta del todo correcta. La mención a destacar en este aspecto es el genial efecto de reverberación de las voces, además de un impactante volumen para los FX.

Su música es circunstancial, cediendo casi todo el peso del protagonismo a los efectos de sonido. Aun con todo, será inevitable que alguno de sus temas se nos quede grabado a fuego (Como el que acompaña en la selección de personaje).

En temas jugables sí que despunta a un gran nivel, gracias a una simpleza de diseño magistral, basada en el control direccional clásico, más la suma de dos botones. El título posee dos variantes (constantes durante todo el juego) muy bien diferenciadas: Defensa y ataque.

Durante la defensa tendremos que evitar que el rival marque en nuestra portería, estando atentos a posibles rebotes contra los laterales de la pista, lanzamientos de altura o tiros especiales. (Mencionar también que en algunas pistas aparecerán obstáculos, que provocarán cambios en la trayectoria de nuestro disco, así como la barrera de mitad de pista [la red], que puede acabar mermando la velocidad del disco volador y obligarnos a ejecutar un movimiento rápido para evitar que caiga en nuestro terreno).

El ataque nos provee de varios modos de disparo, tales como el tiro con efecto, en diagonal (que rebota contra los laterales), la dejada en altura, el tiro fuerte (que se consigue tras permanecer un instante bajo el disco durante su caída) y el especial, que requiere estar más tiempo inmóvil bajo el disco (durante su recepción) para llevarlo a cabo.

Ganará el contrincante que mayor puntuación consiga antes de finalizar el tiempo, o el primero en marcar 12 puntos. Es un programa muy rápido, frenético, lo que termina por redondear en un tipo de juego perfecto para 2 players.

Además de los enfrentamientos de dificultad creciente (5 en total), nos encontraremos con unas fases de bonus bastante originales, como la mítica pantalla playera donde tendremos que recoger el disco lanzado por el jugador, en este caso, manejando a su perro, que tendrá que sortear diferentes impedimentos durante todo el trayecto y saltar en el momento oportuno, para agarrarlo con la boca. 

Windjammers es un arcade “AAA”. Es de esos juegos que pueden enganchar a cualquiera, gracias a su simpleza y a su fenomenal diseño jugable. Es un título simplemente genial como arcade, que desde el punto de vista de un juego de sobremesa se queda algo limitado, pero por eso insisto: Como arcade es una maravilla. 

Es una compra obligada para cualquier poseedor de NeoGeo, ya sea en CD, en AES o en MVS, y acaba por ser un título básico dentro de su catálogo.

Puede que solo sea correcto (lo que para nada es un defecto o algo negativo) en su apartado técnico, pero aun sin despuntar es lo suficientemente llamativo como para resultar atractivo. (Y recalco que no es potente por no contener ninguna rutina gráfica extraordinaria, o sprites gigantescos, por ejemplo, pero aun sin ello rebosa calidad). Juegos como WindJammers son los que se encargan de darle sentido al término arcade. No importa la duración, el sonido o el apartado técnico en comparación con las poderosas sensaciones que transmite una vez a los mandos.