BATMAN RETURNS (LYNX)

POR: METALMAN

Existen algunos juegos, no demasiados, que poseen más calidad en el imaginario colectivo que en la realidad. Batman Returns es uno de ellos, y toca desenmascararlo:

Todos los que consumíamos prensa especializada en los 90, bien sea gracias a Hobby Consolas, Súper Juegos o similares, quedamos bastante impresionados por las capturas de este juego, cuyo estilismo y acabado parecían más propios de las sobremesas del momento, que de una "simple" portátil.

Sprites inmensos, buen colorido, definición...es decir, todo lo que una acertada imagen podía transmitir, funcionaba con este título y con sus instantáneas.

Pero Atari Lynx fue un sistema minoritario (y más en nuestro país), y esto pudo influir de gran modo en la percepción del juego, ya que todo el mundo lo vio...pero apenas nadie lo jugó.

Y las imágenes no engañaban, amigos, pues los personajes eran realmente enormes, y el diseño acertado (sin más), pero bastaban cinco minutos a los mandos para desearle la combustión espotánea al maldito cartucho.

Al ser tan grandes los sprites la animación queda mermada (para con los enemigos más que con Batman), y como consecuencia directa la escala de los fondos se resiente, mostrando pequeñas porciones de paisaje con enormes objetos que lo pueblan. (Así que no es extraño que un fondo se componga de una puerta y de un trozo de muro...o de una tubería y poco más...claro, todo es gigante).

Escalas a parte, el problema más grave de BR es la jugabilidad, que ofrece la misma diversión que lanzar ladrillos a un estanque...y no exagero.

Está tan mal medido todo, y tan mal planteado en temas de control, que resulta difícil disfrutar apenas del juego. Un ejemplo llamativo es la forma en la que deberemos avanzar para progresar: En vez de eliminar a los enemigos, es necesario saltar por encima de todos ellos.

La explicación es sencilla: Es imposible esquivar sus ataques, que en ocasiones pueblan toda la pantalla (recuerdo algunas secciones en las cloacas, con pingüinos enemigos de por medio lanzando cohetes, que me provocan daños cerebrales al rememorarlas). Así que el único modo de llegar al final de cada fase es pasando sobre sus cabezas. Y no siempre funciona.

A este imperdonable fallo hay que sumarle la respuesta más tardía y errónea de todo el catálogo de la consola. Existe una leyenda sobre el mal control de la Atari Lynx, y ya os la desmiento yo ahora mismo: Hay juegos mal programados, pero los controles del sistema son fabulosos.

El sonido es bastante correcto, aunque la música parece sacada de algún otro juego... y la duración se limita a tan solo cuatro fases....que nadie querrá ver al completo. También le voy a añadir uno de los finales más pésimos de esa época, ya que en el 92 no era extraño encontrarse algún texto o imagen con cierto tipo de carga emocional al finalizar un juego...aquí no!! Un gracias que aparece de inmediato, según vencemos al jefe final, y adiós muy buenas.

Existen juegos similares para Lynx, como Dirty Larry: Renegade Cop, que ya cometía algunos de los errores aquí presentes por culpa de tan generosa escala (otro juego que luce fenomenal, pero que es mejor no jugar), y es que cuanto más grandes son los personajes en una pantalla pequeña, más limitadas se vuelven algunas opciones.

Batman cuenta con sus míticos batarangs como arma arrojadiza, así como también puede saltar, rodar (esta animación es de lo mejor del juego) y golpear cuerpo a cuerpo. Es extraño, pero no puede realizar ataques aéreos, y si saltamos estamos indefensos.

El juego es complicado como pocos, debido sobre todo a su malísima programación, y potenciado a consecuencia de contar con tan solo una vida. Ni continues ni nada de nada...un juego para valientes de verdad. 

En fin, un juego realmente malo, aunque muy espectacular en pantalla. Evitarlo a toda costa. (Os dejo con el comercial del juego, que incita a comprarlo y lo disfraza de obra de arte...en este vídeo impresiona de sobremanera...después os dejo con otro vídeo donde está desprovisto de toda epicidad, pues es gameplay real). 

4/10