lunes, 12 de enero de 2015

SLEEPING DOGS


POR: METALMAN

Si fusionásemos la esencia de Shenmue con la de Grand theft auto y le añadiésemos una buena dosis de cine made in Hong Kong, de inmediato, nos aparecería este Sleeping Dogs, un juego notable que me ha costado mucho analizar:

El primer contacto fue muy frío, lo reconozco, pues olía a Shenmue por todas partes, y para mí Shenmue es el videojuego más grande jamás realizado (que nos agrade o no ya es cuestión de gustos). Pero ese fue mi error, comparar y no ser justo con las propiedades particulares del juego.

En realidad, se nota a la legua que la obra magna de Yu Suziki les impresionó a estos desarrolladores, porque su sistema de combate, la reacción e interacción con el entorno y parte de su estilo, bebe directamente de la joya de la corona de Dreamcast.

La diferencia con Shenmue es clara: no tiene ese aire místico y mágico, y tampoco comparte la sensación cálida de odisea. Sleeping Dogs es frío, crudo, y basa su ambientación en una ciudad corrupta y llena de gente despreciable. No hay magia, insisto, hay violencia, drogas, carreras, robos…Grand Theft Auto.



Sumemos a la ecuación una ambientación que toma prestadas sus bases en torno al cine de acción de Hong Kong, y en particular la forma tan propia que le otorgó durante muchos años el señor John Woo.

La cuestión es que la mezcla les ha salido muy bien, porque el juego funciona, creando un entorno mucho más rico y atractivo que el de GTA IV (que sería su competidor directo, pues ambos son sandbox), pero otorgando ese tipo de ambientación tan personal que nos regaló Shenmue (estilística y artísticamente se parecen bastante, aunque la relación acaba ahí) mezclándolo todo con artes marciales, historias delictivas de Triadas y demás rarezas propias del crimen chino.

Sleeping Dogs tiene un problema inicial bastante decepcionante, y es que, si bien la primera toma de contacto (persecución al estilo QTE) en los muelles es sobresaliente, minutos después nos reta a superar varias misiones basadas en peleas, que dan la sensación de vacío más grande que he jugado en lo que va de año.

Son tres misiones seguidas que se basan en lo mismo: golpear, sin darnos opción a movernos por la ciudad o a descubrir otros modos de juego. La verdad es que son satisfactorias, pero pueden llevarnos a engaños, porque dan la sensación de que el juego será constantemente igual…pero nada más lejos de la realidad.



Gracias a Dios, pasada la media hora inicial de juego, nos encontramos con una ciudad entera por explorar, con dos tipos de misiones (definámoslas como de buen Karma y de mal Karma), búsquedas de ítems, posibilidad de utilizar y/o robar vehículos (inclusive de robarlos en marcha, al estilo del penoso The Wheelman), pelear, buscar Dojos para conseguir nuevos movimientos (esto suele hacerse a veces a través de personajes secundarios y, por norma general, tras localizar ciertas estatuillas), competir en carreras, comprar ropa…en fin, un abanico rico en posibilidades y del que es difícil hablar mal.

El sistema de combate es genial, permitiéndonos utilizar tanto golpes ofensivos como técnicas defensivas, además de permitirnos emplear a nuestro favor diverso mobiliario urbano (con efectos exquisitos en muchos casos). Existen multitud de combos que iremos desbloqueando en las escuelas, contando todos ellos con una facilidad pasmosa para ser realizados.

Quizá, la única pega en la lucha sea la limitada IA de los enemigos, pues si bien termina resultando divertido el hecho de enfrentarnos contra varios de ellos a la vez, siempre se acaban repitiendo los mismos patrones, sin apenas aumento de dificultad. Esto crea, tras varias horas de juego, una sensación de falta de desafío bastante pronunciada.

El modo de conducción también es acertado, recordando al empleado en Midnight Club Los Angeles, pues comparten esa “inquietud” en su control. Algunos vehículos (como la moto inicial que tenemos en nuestro garaje) son fáciles de llevar pero, en cambio, los transportes más potentes, tanto de cuatro como de dos ruedas, serán algo más difíciles de domar. Cosa que se agradece. Es curioso el "modo de combate" elegido para golpear a los vehículos...y es que, aun siendo agradable, resulta bastante exagerado poder embestir con pulsar un botón. (No es un mal sistema, pero rompe con el realismo visual). Como punto oscuro en relación a la conducción, todos los vehículos se comportan igual, y tan solo cambian sus prestaciones en relación a la velocidad, estando también algo limitados en temas de físicas. Es muy arcade en comparación con otros de su estilo.



Cuando vayamos a pie, tanto en misiones como en el modo libre, podremos enfrentarnos a “falsos QTE”, que nos permitirán movernos  100% en tiempo real (esquivando obstáculos o transeúntes), pero que nos exigirán pulsar el botón mostrado en pantalla en el momento oportuno (botón A). Este modo es bastante bueno, pues logra no romper con el tempo de juego, debido a que no hay pausa ni transición. Su implementación es fantástica y genuina.

También contamos con diversos tipos de lucha con armas, bien sean blancas o de fuego. Estas últimas se combinan con un modo de cobertura bastante eficaz, y pueden ayudarse de un sencillo modo "bullet Time".

Sleeping Dogs es un buen producto en temas jugables, siendo de esos juegos que cuanto más los juegas, más quieres. Aunque hay que insistir en su facilidad y en la leve complejidad de los sistemas ofrecidos. Falla por no volverse algo más complejo según avanzamos en la trama, pero cumple aun con esta tara.

A nivel técnico el juego es notable, sobre todo en su versión PC, que cuenta con un DLC gratuito de texturas en alta resolución (cosa que lo hace mejorar enormemente). Respecto a este DLC, comentar como anecdótico, que resulta que el juego tras su instalación ocupa unos 6-7 gigas, pero al actualizarlo en Steam se convierten en casi 12… es curioso ¿no?



El modelado es muy bueno (aunque artificial), tanto para personajes como para entornos, siendo superior en conjunto a lo mostrado en GTA4, pues en Sleeping Dogs se nos muestran (de forma muy acertada) porciones más pequeñas de la ciudad, pero con más detalle (aunque con diferente estilo). La escala de todo lo aparecido en pantalla es enorme, ayudando a conseguir ese grado de espectacularidad extra.

Como no me gusta confundiros, os diré que no es tan potente como el juego de Rockstar en la mayoría de sus aspectos, pero su diseño global es más inteligente, y su arte más llamativo. Luce mucho más bonito.

Los efectos de iluminación son francamente buenos, encontrando algunos realmente asombrosos, como las chispas o los fuegos artificiales. A nivel de animación es también muy competente, sin llegar a la perfección, pero resultando sobresaliente, sobre todo en las escenas de lucha.

A nivel sonoro nada que objetar, pues cumple muy bien, con variados estilos de música y efectos de sonido bastante buenos. El juego solo viene con los textos traducidos, lo que por otra parte se agradece, pues el doblaje en inglés es muy agradable (con la excepción de algunos extras...).



En PC es compatible con el mando de Xbox 360 y solo es funcional en Windows Vista7 y 8.

La diferencia entre PC y consolas es marcada, pero sin exagerar, siendo lo más llamativo la resolución y definición de PC (muy superior) junto a una tasa de imágenes por segundo de 30 (PS3-Xbox 360 ) a 60 (o más sin Vsync) en PC. En cualquier caso, la versión de consolas es fantástica, y hay que tener en cuenta que, para ser un “mundo abierto”, la calidad de texturas, personajes, animación y modelados es bastante alta.

En cuanto a la trama, decir que es bastante correcta, mezclando un guión típico del cine policíaco de bandas (made in Hong Kong) con las típicas sub-tramas basadas en el pasado oscuro del personaje, resultando en un todo efectivo.

Sleeping Dogs es un juego recomendable, que nos recordará a partes iguales a Shenmue (insisto: en temas visuales y de diseño) y a Grand theft Auto, sin llegar a ser nunca ninguno de los dos títulos. A nivel jugable es un juego a destacar, al igual que en su faceta técnica, que sin ser un producto potente en exceso se las apaña para resultar más atractivo que el resto de sandbox existentes.



Como ya os comentaba, es bastante sencillo (aunque no por ello menos entretenido), y tras las primeras horas de juego y los enfrentamientos iniciales, nos daremos cuenta de que parecía mucho más complejo, rico y desafiante...

No quiero que nadie se lleve a engaños, pues Sleeping Dogs no es Shenmue, ni lo pretende, pero arranca desde un punto de vista similar al empleado por Yu Suzuki. Y solo eso ya es bastante reclamo como para hacerse con él.

Quiero deciros que durante mucho tiempo he querido ver en este juego algo que no hay, e incluso me decepcionó de inicio. Sin embargo, y tras muchas horas de disfrute, debo quitarme el sombrero y aplaudir a United Front Games, que ha creado un producto altamente disfrutable. Sencillo, pero atractivo y con personalidad.

RECOMENDADO.

Cabe comentar, como simple anécdota, que Sleeping Dogs es el reboot de la saga True Crime (con dos títulos aparecidos en la generación 128Bits).


4 comentarios:

  1. pues no lo conocía y tiene una pinta estupenda la verdad, sobre todo me ha llamado la atención por la trama de agente encubierto, que no se si es muy habitual

    y si joder, la primera foto creía que era del shenmue, es increible que haya oido hablar tanto de ese juego y jamás lo haya jugado

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    1. Pues si buscas, lo encuentras por 15 o 18 eurillos, y la verdad es que el juego está muy bien (no es tan elegante como GTA IV, pero tiene ese punto serie B que tanto mola).

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    2. Yo tampoco conocía este juego. De hecho he tenido que leer toda la review para ver en que plataforma y de que año es este juego. Lo que pasa es que personalmente muchos sandbox se me hacen muy pesados. Es un género que en lo personal no termino de cogerle el punto. Excepto en algunos GTA... claro.

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    3. Yo tampoco soy muy de sandbox, me terminan aburriendo, pero lo bueno de este es que el sistema de combate cuerpo a cuerpo es muy chulo, y parece más más una peli de John Woo.

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