jueves, 12 de diciembre de 2013

DRAGON SPIRIT


POR: METALMAN
(Revisión 2.0)

Dragon Spirit es una fabulosa recreativa de Namco lanzada en el año 1987, donde destacó por su inigualable concepto gráfico, haciendo gala de un fabuloso diseño inspirado en dragones y en cuentos de princesas.

La historia de Dragon Spirit nos cuenta cómo los habitantes del reino de Mitgult presencian el resurgir de un antiguo demonio llamado Zawell, el cual, tras años de cautiverio, comienza su venganza secuestrando a la princesa del lugar, la bella Alicia.

Largo tiempo tiempo atrás, el malévolo ser fue encerrado en una prisión de la que se suponía no podría escapar, con motivo de su afán por destruir todo aquello que se interponía en su camino hacia el gobierno absoluto de su mundo. 

El joven Amult, un guerrero ayudado por los dioses, tendrá que convertirse en dragón para afrontar este mal en igualdad de condiciones, y vivirá su particular odisea en pos de rescatar a la joven infanta y destruyendo a la vez a su captor, devolviendo así la paz a su reino. 


Tal y como sucedía en innumerables cartuchos o recreativas de su época, Dragon Spirit carecía realmente de un una trama in game, aunque toda esta leyenda podía encontrarse dentro de algunos manuales. Es algo que ya he comentado en otras ocasiones, y que se repite hasta el infinito: Los "guiones" de ciertos juegos no estaban integrados dentro del producto.

Historias a parte (pues en los shooters no influyen demasiado, independientemente de su calidad), Dragon Spirit es un shooter que puede considerarse de lo más clásico dentro de la era de los 8 bits, lo que ya nos indica que no será un camino de rosas. 

Bien es cierto que el título destaca por una marcada dificultad, que tan solo es apta o recomendable para los amantes de los juegos complicados, aunque no por ello ha de considerarse un juego extremo o falto de diversión. (Juego no recomendado para los menos duchos). Digamos, por resumirlo de forma legible, que para los estándares de aquel momento era bastante normal su nivel de desafío.

Durante sus 8 niveles (9 en el arcade), más el enfrentamiento final, nos tocará recorrer los cielos de Mitgult luchando contra todo tipo de criaturas mitológicas, tanto voladoras como terrestres, pues nuestro dragón posee un disparo para los enemigos que aparezcan en el cielo y otro independiente para lanzar “bombas” a los objetivos de superficie. (Este sistema de gameplay estaba muy poco explotado en 1987 [momento de lanzamiento de la recreativa], y me atrevo a decir que si no fue el juego que se encargó de inaugurarlo, sí que resultó en uno de los primeros).


Durante el transcurso de las fases optaremos, mediante la destrucción de diversos objetivos, a potenciar nuestros disparos, consiguiendo, en el caso del disparo aéreo, más cabezas para nuestro dragón. Esta potenciación, a nivel visual, es uno de los elementos más carismáticos y recordados del título.

En algunas ocasiones solo aumentaremos el daño (según el item recibido) y en otras recibiremos disparos especiales, que harán que nuestro dragón cambie de color durante un tiempo limitado, ejerciendo un nivel de daño muy superior al de los power ups comunes.

A nivel gráfico, el juego cumple sobradamente, mostrando unas fases que, sin ser la panacea, nos proponen un diseño muy conseguido y original, más una serie de dificultades añadidas (tornados, volcanes…) bastante novedosas para un shooter de los 80. Son unas pantallas bastante largas, lo que acaba por hacer aumentar la duración del título.

La versión recreativa estaba a un nivel asombroso para su época, pudiendo decirse que se explotó al máximo lo que ofrecía la System 1 de Namco, mostrando una resolución y unos acabados muy espectaculares. No puede afirmarse que sea un port 1:1, ya que la máquina de NEC no estaba tan bien dotada, pero logra representar de forma muy similar todo aquello que era importante en el arcade.  Los sprites están muy definidos (como en la mayoría de los juegos para PC-Engine) y reutiliza gran parte de los originales en su conversión. 


El aspecto sonoro también es bastante acertado, sin florituras ni partituras excesivamente pegadizas, pero consecuente en todo momento y aportando unos FX extraídos, en la mayoría de los casos, directamente de la máquina original.

Como os comentaba más arriba, Dragon Spirit es bastante duro en comparación con los cánones actuales, y no cuenta con continues, lo que multiplica esa dificultad por 10. Aun con todo, es un juego francamente bueno, de los más recomendables, (siempre que os gusten los juegos complicados, claro) y cuenta con una respuesta y un control muy efectivo en todo momento.

Un título como Dragon Spirit os durará 10 veces más que un Gunhead o que un Final Soldier (y no comparo calidades, sino durabilidad), sobre todo por esa dificultad tan clásica, sin olvidar que en los antiguos shooters había que memorizarse bien las pantallas, estando atentos en todo momento a la aparición de cada enemigo, midiendo nuestros pasos y repitiendo una y otra vez cada fase hasta superarla.

Dragon Spirit es un clásico de verdad, difícil, pero sumamente entretenido y muy bien diseñado, con una jugabilidad de infarto y unos acabados muy buenos. Hay que entender que, aunque a día de hoy no sorprenda su técnica y propuesta, en los 80 existieron muy pocos juegos con su imagen conceptual, lo que le convirtió en todo un éxito y en un producto muy icónico.


Existen muchas versiones diferentes, para PC, Amiga, Nintendo…pero sin duda la mejor, y la más fiel a la recreativa, es la de PC Engine.

Es un título imprescindible para los amantes de los Shoot´em ups ochenteros y de los retos, y lo considero básico dentro de su plataforma. Para el resto es totalmente prescindible.

Existe una segunda parte que cumple con todo lo visto en este Dragon Spirit: se llama Dragon Saber y, como novedad más remarcada, nos permite jugar a dobles, además de contar con un apartado gráfico algo más moderno y pulido…pero el clásico es el primero.




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