domingo, 11 de enero de 2015

RANGER X


POR: METALMAN
(Revisión 2.0)

Existen pocos títulos de "Mechas" en Megadrive (al menos en lo referente al catálogo PAL) y también escasean los juegos con un apartado gráfico tan genial como el de este Ranger X. Adalid de la máxima calidad técnica en su momento de lanzamiento, y abanderado de los 128 colores en pantalla en el sistema de Sega...pero, ¿Y el resto de apartados?

No os voy a mentir, pues Ranger X es un juego a destacar, casi notable en su conjunto, y aunque siempre será recordado por sus aspectos técnicos, que son apabullantes en algunos momentos, hay que ser críticos con su cometido principal: La jugabilidad.

Y lo cierto es que falla en algunos aspectos, siendo un juego con un balance no del todo correcto. Algunas fases son largas y están muy bien diseñadas, proponiéndonos “búsquedas” de diferentes generadores u objetivos a destruir, pero, en cambio, otras son lineales en exceso (que no supondría un problema si fuesen un buen reto) y proporcionan una duración ridícula.

Unas pantallas son mejores que otras y, aunque es un juego que podremos disfrutar bastante, puede darnos esa sensación de que se pudo aprovechar mejor todo lo que las mismas nos proponen. Esto se agrava, en cierta medida, a consecuencia del desbarajuste de dificultad implementado, con momentos realmente duros (los que menos, pero ahí están) y con otros insignificantes, que apenas precisan de esfuerzo para ser superados.




Tiene detalles francamente buenos, como por ejemplo los acompañantes de nuestro mecha, que son una “especie de moto” (Indra) y una nave aérea que nos ofrecerá apoyo con fuego pesado (Eos).

Destacar que Indra es controlable (en caso de contar con un pad de 6 botones) a la vez que nuestro robot, ofreciendo un apoyo constante y muy útil. Además, podemos fusionarnos con Indra, consiguiendo un tipo de disparo teledirigido.


Para poder cambiar nuestro disparo secundario (lanzallamas, minas, láser..), tendremos que posarnos sobre cualquiera de los dos (Indra o Eos, según la fase).


Nuestro querido robot cuenta con la peculiaridad de disparar de frente con el botón C y en la dirección contraria con el A (el B es para el disparo especial), lo que le otorga al título un control que, sin ser novedoso, es bastante peculiar y distintivo.




Con los 3 botones superiores (Pad de 6) controlaremos a Indra, pudiendo moverlo a la vez que a nuestro mecha y disparando también con él. (Eos no es controlable).

Volviendo al plano técnico, Ranger X destaca por un fabuloso uso de la paleta de color, que puede llegar a los 128 colores en pantalla gracias a un truco bastante inteligente: Los juegos antiguos, al mostrarse en modo “entrelazado”, muestran 30 imágenes por segundo (en NTSC, en PAL 25) que se van alternando entre las líneas pares y las impares del televisor. Pues bien, si en las pares utilizas 64 colores (lo normal en Megadrive) y en las impares otros 64 diferentes, el ojo apreciará 128 colores.


Además de esto, Ranger X cuenta con unos diseños muy conseguidos y con unos sprites de gran definición. Mención a parte merecen los jefes de final de fase, que son (en algunos casos) gigantescos. Por cierto, su dificultad es más bien escasa, siendo más difícil finalizar la fase que derrotar al jefe de turno. (Con algunos no hace falta más que pulsar el botón de disparo…de aquí parte de su desajuste, antes mencionado).


Otra de sus peculiaridades técnicas es, sin duda, el informe previo a la misión, que está enteramente realizado con vectores (líneas rectas que dibujan formas poligonales y juegan con la perspectiva para conseguir un efecto tridimensional), que se asemeja (por ejemplo) al clásico arcade de Star Wars o al estilo gráfico de la consola “Vectrex”.




(En no pocas fuentes he encontrado referencias al cálculo poligonal…pero nada más lejos de la realidad. Los vectores en el videojuego se utilizan desde los 70, y se diferencian, sobre todo, en que no hay cálculo de profundidad, corrección alguna de perspectiva o relleno.) (Los vectores se calculan a nivel de píxel, sin profundidad alguna, pues son líneas “planas”).

A nivel de efectos “raster”, Ranger X es un juego muy potente, mostrando todo tipo de distorsiones e incluso simulando, en algunas zonas del juego, un efecto tridimensional muy conseguido, gracias en parte al buen uso de las diferentes capas de scroll y al no menos trabajado “engaño” de algunos sprites, que juegan muy bien con la alineación en pantalla (la perspectiva).

Multitud de explosiones y enemigos mostrados al mismo tiempo, colorido genial, buena definición y diseños de tamaño descomunal, junto a las citadas “intros” vectoriales, redondean en un producto, a nivel técnico, indispensable para Megadrive.

A nivel sonoro el juego cumple de manera bastante efectiva, sin resultar tan apabullante como en lo gráfico, pero utilizando de muy buenas maneras al limitado chip sonoro de la plataforma. Mencionar que algunos sonidos muy concretos suenan de fábula, y sin el efecto de distorsión típico de este chip.




Para finalizar, y volviendo al plano jugable y al control del “guardabosques x”, destacar lo genial del control aéreo del mecha, que nos permite aguantar en el aire durante cierto tiempo (con un medidor que nos muestra la potencia restante) y que nos obliga a posarnos de nuevo en cualquier superficie para enfriarse.

Esto, junto a la diversidad de armas (limitada, pero efectiva) redondea en un Run & Gun bastante novedoso en cuanto a opciones, que no se limita (no siempre) a un avance constante mientras disparamos sin parar, siendo algo más “estratégico” que sus congéneres. (Es por este motivo que mucha gente lo aparta del género Run & Gun, y lo engloba dentro de los juegos de Mechas tipo Assault Suits Series)

Si Ranger X tuviera un mejor diseño de fases (aunque insisto, algunas son muy buenas) y unas rutinas más trabajadas para los jefes finales, nos encontraríamos ante un juego sobresaliente y del todo indispensable. Pero, por desgracia, lo dejamos en un juego notable (que no es negativo en absoluto), pues sus defectos son pasables y a nivel técnico es un cartucho indispensable en su plataforma.

Desde luego, si sois coleccionistas de Megadrive, es un título que no puede faltar en vuestras estanterías. Para el resto, no es un juego indispensable, aunque sí es un buen título. Recomendado aún con sus taras. 



Por cierto, en su versión japonesa es conocido como Ex-Ranza. (Y que no se me olvide: El auténtico final del juego solo puede verse tras superarlo en la dificultad más alta...).


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