sábado, 18 de enero de 2014

WAVE RACE 64


POR: METALMAN
(Revisión 2.0)

Hoy en día es raro asombrarse en exceso con un videojuego, posiblemente, debido a que las calidades generales son bastante altas y parejas...o por que nadie corre el riesgo de querer programar algo nunca visto. Esto último es lo que se consiguió con el fantástico Wave race 64.

Haber podido contemplar, en pleno 1996, algo como el juego que hoy nos ocupa no era baladí, porque además de exprimir un hardware asombroso por sus características (aunque muy limitado en ciertos aspectos), se la jugaba añadiendo rutinas gráficas y de animación nunca antes vistas.

Vale que la paleta de color era de ensueño y las animaciones fastuosas, junto a un sin fin de detalles estupendos a destacar, pero el premio gordo se lo llevaba esa irrepetible e inigualable animación del mar. Impactaba de una forma que pocas veces se ha dado en el medio.

Y es que bastaba con contemplar su breve intro (corriendo en tiempo real) para enamorarse del resultado conseguido. Supongo que el maestro Katsuya Eguchi tuvo mucho que ver con el resultado, ya que su pasión más destacable, como diseñador dentro de EAD, era la de aportar detalles inigualables en cada uno de sus proyectos.


No en vano, y aun resultando en un casi total desconocido dentro del mundo gamer, Eguchi ha sido uno de los principales diseñadores del legendario Super Mario Bros 3 y del "perfecto" Super Mario World, además de ser, nada más y nada menos, que el director de esa obra maestra titulada Star Fox.

La cuestión es que el señor Katsuya quería que el mar se sintiera vivo y que el oleaje fuera otro rival más a batir dentro del juego, y hay que dar fe de su éxito, pues no es exagerado decir, en pleno 2015, que el resultado obtenido todavía no ha sido superado. (Existen mares mucho más realistas, qué duda cabe, pero ninguno está tan vivo como el de Wave Race 64...y punto).

La fuerza del oleaje se deja sentir, en crescendo, a medida que competimos en diferentes dificultades (Normal, Hard y Expert), haciendo que la experiencia, aun sucediendo en un mismo circuito, se sienta completamente diferente.

Pero, no solo este conseguido comportamiento era llamativo, sino que, además, efectos como el de la marea o la bruma eran tenidos en cuenta también, encontrándonos con recorridos que en cada vuelta presentaban nuevos obstáculos al descender el nivel del mar, o la nula visibilidad inicial del circuito del lago, con su progresiva desaparición de niebla.


Aguas azul turquesa, anaranjadas por el atardecer o cristalinas y afiladas, así es el mar de este precioso y detallado juego. Una obra de arte sin discusión.

Sin querer acaparar más líneas en torno a sus aguas (que en realidad son las protagonistas indiscutibles), también he de hacer mención a otros pormenores realmente fantásticos dentro del título, como la fauna marina de cada circuito, con diferentes tipos de peces, o la espectacular aparición de los delfines, bailando ante nosotros en mitad de la competición.

El vuelo de las gaviotas, el sonido de las olas al romper, los reflejos del sol...son muchos los detalles que Wave Race 64 posee, y cuyo merito es superior al imaginable hoy en día, pues incluirlos todos en pleno 1996 era mucho más complicado.

A niveles técnicos, quizá, lo menos sorprendente fuesen sus corredores, que no es que estuviesen mal realizados, ojo, pero se sentían demasiado planos en comparación con el resto. Aunque las suaves animaciones que mostraban los convertían en todo un alarde.


Wave Race 64 es un juego progresivo, de los que amo con toda mi alma, pues para ganar, y para ser el mejor, se requiere de un aprendizaje. Los controles del título justificaban la necesidad imperante de ese gran acierto que fue el control analógico. Delicioso, sin más. (Sin olvidarme de mencionar la genial calibración de los pilotos que podíamos controlar, cada uno a un mundo de los otros en la forma de manejarse).

Seis circuitos en dificultad normal, siete en la media y ocho en la más alta, dentro del modo campeonato, más un modo Time Trial y otro de acrobacias, junto a un impagable 2 players mode de los que hacen época y añadiendo una IA trabajada a conciencia. Exigente, pero completo y re-jugable como pocos.

No quiero dejar de lado uno de los más icónicos requerimientos del juego: Cuando competimos no basta con seguir el trazado a nuestro antojo, sino que es necesario pasar, en la dirección correcta indicada, por una serie de bollas con forma de helado. A mayor dificultad, mayor número de las mismas...y solo podemos saltarnos una cantidad determinada, que en caso de superarse se transformará en descalificación.

Siempre he pensado que Wave Race 64 es prácticamente redondo, y que la excepción que le impide resultar en un todo perfecto es mínima, pero existente: La dificultad más alta (que también contiene un modo reverse), en sus últimos circuitos (aunque los primeros tampoco son moco de pavo) podría hacer llorar hasta a Hannibal Lecter...sobre todo ese maldito circuito final, con placas de hielo, que te dice constantemente: De aquí no pasas...No es imposible, que conste, pero intentar superarlo en primera posición puede provocar estados no deseados, o la muerte súbita por exceso de concentración...(y esto es en relación a los jugadores con menos pericia).


Teniendo clara esta excepción, y también que a niveles sonoros, gráficos, jugables y de control el juego es un clásico indiscutible, un buque insignia de N64 y un clásico atemporal made in EAD, pues no puedo más que recomendarlo.

Puede que al ver imágenes del juego no parezca nada llamativo, pero es que la belleza de Wave Race 64 solo se percibe en movimiento, y baste con comparar su "efecto acuático" contra el de juegos de su tiempo, como Hydro Thunder (Dreamcast, N64, PSX, PC...) o Rapid Racer (PSX), para apreciar su calidad, a años luz de los mismos.

Un maldito clásico atemporal, superior inclusive a su secuela (desde mi punto de vista, claro) Wave Race Blue Storm, y otra de tantas sagas a las que Nintendo no hace ni caso (Aunque en los Wii Sports pudimos ver trazas de lo que pudo ser un nuevo capítulo).


6 comentarios:

  1. Pedazo juego y que recuerdos!!!...todavia lo conservo impoluto con el sello de la tienda de mi barrio, en el interior de la caja...fue con el que inagure la N-64...este y MARIO 64.

    SALU2!!!

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  3. La sensacion del agua, del oleaje y de estar realmente pilotando una moto de agua, no la he vuelto ver ni en juegos de hoy en dia, daba gusto ver cuando la gran N sacaba nuevas IP's, como ha cambiado :(

    Por cierto metalman, soy el wicky de briconsola xD

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    1. Coño wicky! que alegría tenerte por aquí!

      Si tío, este juego era de la Nintendo que molaba (la de ahora sigue siendo grande, la verdad, pero no es lo mismo), y era un juego realmente impresionante. Yo es de los juegos con los que más he flipado en mi vida.

      Un abrazo muy fuerte tío!!

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  4. Yo nunca tuve una Nintendo 64... en esa época preferí comprar una PlayStation por el maldito Resident Evil 2 (en realidad quise pillarme una Dreamcast, pero todos me advertisteis de su inminente final...). Pero es cierto (y visto con los años...) que la Nintendo 64 fue una consola con juegos realmente importantes. Cambió el modo de jugar y entender un videojuego después de más de una década de reinado de los 8 y 16 bits.

    ¡¡¡Llegaba el momento de los polígonos!!!

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    1. Yo con Nintendo 64 tengo una especie de amor odio...tiene cosas increibles, pero también otras incomprensibles...pero vamos, que en conjunto es un sistema clásico y altamente recomendable.

      No se, pensaba que la habías tenido...

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