jueves, 6 de febrero de 2014

BLOOD


POR: METALMAN

Los videojuegos de los 90 son como el cine de los 80, con cantidades absurdas de variantes temáticas y provistos de cualquier tipo de ambientación que se pudiera imaginar. Fue un periodo experimental durante el que los creativos, gracias a los contenidos costes de producción, seguían mandando, sin obedecer a estrictos protocolos de censura mercantil, impuestos por los inversores...Blood es un claro ejemplo de esa libertad, y también uno de los juegos más cafres jamás desarrollados.

Caleb y su amante Ophelia han ingresado en la oscura organización Cabal, en donde se rinde culto a un malévolo dios llamado Tchernobog (The Dreaming God).

Esta oscura deidad siente un exceso de apego por Ophelia, y decide separarla de su pareja asesinando a Caleb...Así que los reúne a los dos, junto al resto de sus amigos (Ismael y Gabriela), y utiliza a sus generales para llevar a buen puerto la matanza.


Ophelia es apresada, y el resto de componentes asesinados...pero algo sale mal, pues Caleb, tras ser enterrado en una cripta, vuelve a ponerse en pié. (¿Por qué motivo?)

La historia no es para un Oscar, pero nos sitúa perfectamente en el lugar adecuado, y ya deja entrever parte de la oscuridad que propone el título. La pregunta que hace finalizar al párrafo anterior es una duda más que razonable por parte de los fans, y es que nunca se llega a saber si los protagonistas, antes de su "supuesta" muerte, son algún tipo de seres inmortales...

La presentación del juego los muestra con los ojos rojos, pero no hay pista alguna que indique si son vampiros, demonios o vaya usted a saber. Eso sí, Caleb, durante el juego, se alimenta de corazones. Así que, poco se puede afirmar sobre el pasado y la naturaleza de los protagonistas (a parte de que Caleb era un pistolero), pero es seguro que tras la resurrección, y esto es válido también para los amigos de la pareja (a quienes controlaremos en Blood 2), son sobre-humanos.


Blood es un FPS con un claro estilo de la vieja escuela, y basa su avance en las tan manidas llaves, los interruptores, la eliminación de hordas de enemigos y demás clichés del género noventero por excelencia (con permiso de las aventuras gráficas).

Así descrito no parece contar con distinción alguna, pero el juego que nos ocupa tiene su alma y sus propiedades. Para empezar, Blood es el juego más gore del género, siendo constantes las explosiones de los enemigos, mostradas con todo lujo de detalle visceral en sus recreaciones.

Podíamos incinerar a los enemigos, gracias al mechero del protagonista y a la suma de un spray inflamable , viéndolos correr en llamas hasta morir. También cabía la posibilidad de utilizar un muñeco vudú para agujerearlos, o el clásico método "llénalos de plomo", mediante el uso de escopetas de doble cañón o con una flamante Tommy Gun de por medio...y en caso de quedarnos sin munición, el rastrillo era nuestra mejor opción.


Eligieras el método que eligieras, el baño de sangre estaba asegurado, y no era nada extraño teñir paredes y suelos de color rojo hemoglobina. Pero claro, si solo se tratase de desangrar a los enemigos, o de descuartizarlos, estaríamos hablando simplemente de violencia gratuita (de ficción, amigos censores).

Han de remarcarse otros tres factores importantes en Blood: La tecnología, la ambientación y el humor negro de toda la obra. El factor humorístico es constante, y no pararemos de escuchar a Caleb a través de sus míticas frases (muy al estilo Duke):

-"Cuando lleguéis al infierno, decidles que os mando yo, y recibiréis un descuento" - "otro día, otro cadáver" - "Voy a hacerme un sandwich de sangre, tomate y lechuga, sostenme la mayonesa, jajaja!" - "soy la maldita muerte! ¿quien quiere un poco?" - "Tienes suerte! te ha matado el mejor!" - "Estoy aquí para donar algo de sangre...¿Alguien se apunta?" - "Me gustaría decir que lo siento, pero no sería cierto...muere!..que tengas un buen día" - "Definitivamente, el rojo es tu color".


Por su puesto, todas estas frases, y muchas más (son unas 50), las escucharemos en perfecto inglés, pero dotadas de un doblaje realmente conseguido. Por si esto fuera poco, Caleb tiene la extraña manía de cantar estribillos de canciones, y es realmente gracioso, más aun en mitad de la matanza, oírle chapurrear "It´s a long way to tipperary..." no tiene precio. A toda esta locura sonora hay que añadir el amplio surtido de "vocecillas" de algunos enemigos, que son también para troncharse. 

La ambientación del juego se basa en no pocos clichés del género terrorífico, y la norma establecida es mostrar fases situadas en cementerios, casas de estilo victoriano con tormentas de fondo y demás temáticas a juego. Como curiosidad (y Blood está lleno de las mismas), podremos recorrer una fase en la que se recrea el laberíntico jardín de El Resplandor, encontrando al mismísimo Jack Torrance, congelado y con su hacha, en uno de sus recovecos.

Es de obligación comentar la cantidad desproporcionada de Easter Eggs que encontraremos en el juego, donde visitaremos la tumba de "Eric Draven" (en la primera zona secreta del juego, nada más empezar), presenciaremos al loco de Norman Bates (a su silueta) en su ventana, e inclusive hallaremos las vestimentas de Freedy Krueguer y de Jason...sin olvidar los frecuentes barriles tóxicos de El regreso de los muertes vivientes y las frases extraídas de El ejército de las tinieblas, entre otros muchos films que aportan textos al título.


En cuestiones tecnológicas, Blood no implicaba salto alguno, y más aun teniendo en cuenta que fue lanzado en 1997 (1998 en Europa), momento en el que ya existían motores en 3D reales para algunos FPS (Quake,  Jedi Knight...).

Blood utilizaba el archi-conocido Build Engine (Exumed / Powerslave  - Duke Nukem 3D - TekWar - Witchaven II - Redneck Rampage, etc), pero sirviéndose de una variante propia programada por los chicos de Monolith (A quienes muchos conoceréis por su saga FEAR), que permitía un uso mucho mejor implementado de las alturas (gran tara de este motor) y la inclusión de la tecnología Voxel (a grandes rasgos, y para que se entienda, podría definirse como la utilización de pixels para crear formas tridimensionales).

También permitía un uso mucho más acertado de la paleta y mejoras en torno a los patrones de iluminación. Podría decirse que es, en su conjunto, y sin olvidarnos de Shadow Warrior, la mejor variante de dicho motor gráfico. Así pues, y aun desfasado para su época, dentro de los denominados como 2.5D games, se puede decir que lucía de escándalo.


Blood transcurre a través de cuatro episodios (con más de 30 niveles) que pueden jugarse en cualquier orden, y en los que optaremos por cuatro tipos de dificultad.

También existen diferentes ampliaciones que ofrecen más contenido: Plasma Pack: 9 niveles extras en forma de un nuevo capítulo conocido como Postmortem, y  Cryptic Passage: 10 nuevos niveles en forma de otro capítulo bajo el mismo nombre.

La dificultad del juego, independientemente de la misma que elijamos, es irregular, y encontraremos fases realmente sencillas, o brutalmente difíciles, en un orden no siempre ascendente. La misión para poder avanzar es encontrar la salida, y en ocasiones la cosa no es para nada aparente.


Blood es divertido, está muy bien diseñado, luce genial y, si eres un friki, te hará reír en no pocas ocasiones. Es un gran ejemplo de como convertir algo macabro en algo divertido, y lo hace estupendamente.

Hoy en día, la mejor forma de jugar a Blood es mediante DosBox, o consiguiendo una copia digital en GOG.com, que se vale del mismo método pero de forma completamente automatizada. Esta versión cuenta con todos los añadidos oficiales existentes.

Humor, sangre, cuerpos que explotan, ocultismo y cancioncillas chapurreadas...no se puede pedir más! si te gustó Duke Nukem 3D, este juego es tan carismático como el clásico de 3D Realms (o más). Un tesoro olvidado de los 90. Serie B de la buena.

8/10

2 comentarios:

  1. Yo a este juego, por lo menos, las 200 horas de mi vida se las he dado (durante muchos años). Y sí, es super viciable y mega-friki!

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