martes, 18 de marzo de 2014

SOUTH PARK: THE STICK OF TRUTH


POR: METALMAN

Tras un largo y dificultoso desarrollo de por medio, toca degustar la nueva obra de Obsidian, con la que se nos prometía trasladar toda la irreverencia de la serie en forma de RPG. No solo lo han conseguido, sino que han creado, además, uno de los juegos más divertidos de todos los tiempos.

The Stick of Truth no es el primer juego que aparece bajo la licencia de la serie, pero sí es el único que se ha molestado en trasladarla fielmente, sin disfrazarla como si de un videojuego infantil se tratase.

Gran parte de culpa la tienen sus creadores originales (Trey Parker y Matt Stone), que se comprometieron a participar activamente durante todo el proyecto, con la intención de crear una ambientación lo más cercana posible a la serie de animación.

Doy plena fe de ello, ya que el juego se siente, en su totalidad, como un nuevo capítulo, y no como un producto separado. Es imprescindible mencionar que no estamos ante un juego para todos los públicos, y mucho menos para menores, así que si sois fácilmente impresionables, o contrarios al humor grotesco en el que todo vale, os recomiendo que ni tan siquiera sigáis leyendo...


Sois Gilipollas...y no es un insulto, refiriéndome a que dentro del juego manejaréis a un personaje que responderá ante este nombre, independientemente del que vosotros elijáis...

Previo a nuestras andanzas, y como en cualquier otro RPG, comenzaremos por definir a nuestro héroe. Seleccionaremos su aspecto y su clase (guerrero, mago, judío...), y acto seguido atenderemos al comienzo del juego:

Gilipollas es un niño nuevo en el vecindario, y sus padres le encomiendan la tarea de conocer a los chavales de la zona, para de esta forma ir haciendo amigos...esto en cualquier otro juego sería una moñez épica, pero en South Park, hacerse amigo de Cartman y compañía, es un reto bastante cachondo, pues para ser aceptados dentro del grupo tendremos que cumplir con ciertas misiones.


Los chicos del lugar están jugando a su propia versión en vivo de Dungeons & Dragons, y están divididos en dos grandes facciones: Los humanos y los elfos oscuros. Nosotros de inicio, y por motivos de guión, intentaremos ingresar en la primera de las dos "ordenes".

La misión de los humanos es la de proteger La vara de la verdad, cuya custodia pasa por las manos de Cartman, quien nos explicará que se trata de un objeto místico que otorga el poder absoluto a quien la posee.  Pero antes de entrar en "la secta" tendremos que dar pruebas de nuestra valía...

The Stick of Truth se muestra como casi cualquier otro juego del género en su superficie, y nos deja movernos libremente por un mapeado lleno de PNJ´s con los que interactuar, y que a veces nos propondrán misiones secundarias (válidas para aumentar nuestra experiencia o para conseguir objetos más poderosos).


Dentro de este mapeado encontraremos tiendas de armas y vendedores de objetos consumibles, como en cualquier otro RPG al uso. Mientras vagamos por el pueblo encontraremos rivales dispersos por el mismo, y es cuando se iniciará el típico combate por turnos: elegimos el tipo de acción a realizar, o la magia, y la llevamos a cabo. Siempre se nos propondrá algún método interactivo para cada ataque (recordando bastante al sistema empleado en Paper Mario), con lo que ocasionaremos un mayor daño mediante la pulsación de algún botón en el momento oportuno, o mediante otras formas, siempre bastante sencillas.

En todo momento iremos acompañados por un segundo personaje (existe alguna excepción), al que podremos cambiar a partir de determinada situación en el juego. Los acompañantes cobran todo su peso en los momentos de lucha.

La gracia de estos combates está en las técnicas a emplear: Provocar estados de cagalera en los rivales, utilizar herramientas de circuncisión para que se desangren en cada turno, emplear el poder de los pedos para agredirles, solicitar la intervención de Jesús, o de otros secundarios especiales en mitad del combate (con animaciones realmente divertidas: Jesús aparece cayendo del cielo a lo Neo, y se lía a tiros con un M-16...por ejemplo), hay un largo etcétera de opciones disponibles.


A esto se le debe añadir el variado e impresionante abanico de enemigos, que van desde tropas de yonkis y sin techo, hasta zombies nazis o fetos cabreados...no hay palabras suficientes para describir el shock que provocan algunos.

Las armas van a juego, así como las armaduras y demás accesorios, permitiéndonos combatir con consoladores o equipados con trajes de "niña zorra"...la mayoría de ellos se pueden potenciar con determinados extras. (Es una bizarrada lo del equipamiento).

Como no podía ser menos, las ambientaciones de los escenarios, y las propias misiones, son una puta locura, y nos veremos obligados a evitar una exploración anal llevada a cabo por  unos aliens...a buscar una bomba nuclear dentro de un culo...a luchar contra muertos vivientes que hablan con la voz de Adolf Hitler...a investigar cual de las niñas del pueblo es la más puta por practicarse un aborto...a cumplir una misión de investigación por encargo de Al Gore...TREMENDO, de verdad. (Puedo asegurar que he llorado, literalmente, de la maldita risa que me ha provocado el juego). 


No todos los días disfruta uno con un RPG donde invocas a alguien para que encule a los enemigos, o donde recolectas artículos tan interesantes como "SIDA" (en el baño de Cartman, por ejemplo) o "pepitas de mierda"...esto le da una nueva dimensión al género (a la misma vida, diría yo) y lo convierte en algo tan peculiar, y tan propio, que deja en segundo plano a las mecánicas elegidas (muy bien implementadas, por cierto). (Sin olvidarme de la recolección de los Chinpokomons...colecciónalos todos!!)

Hay que aclarar que no tiene importancia alguna el que te guste o no el género de los RPG, ya que el juego se las apaña para ser interesante, y para mantener la atención y la curiosidad, independientemente de la parte jugable. Siempre querrás saber qué locuras nuevas son las siguientes por presenciar, o hacia donde viajará la trama principal.

Al final, el peso es para la narrativa, tanto la visual como la del propio guión. Es un juego sencillo, que no debiera suponer atasco alguno para nadie, y que se vuelve más fácil a cada paso que das...pero también más loco e interesante.


Si en algún momento disfrutasteis con la serie, el juego os encantará, y posiblemente se convierta en el foco de toda vuestra atención.

Gráficamente es un capítulo más, y da el pego de tal forma que nos hace sentir delante del televisor, y no del monitor. A nivel sonoro...madre mía, que pedazo de banda sonora...con temas que parodian canciones de J-pop y mierdas similares. Vamos, para partirse el ano.

Existen dos puntos bastante tristes, pero salvables: El juego no está doblado (y es una pena, pues el doblaje de la serie en nuestro país era de órdago), aunque cuenta con textos en castellano...y lo más sangrante, sin duda, es que las versiones PAL para PS3 y Xbox 360 (junto a la de PC en Alemania) están censuradas.


Yo de inicio sabía que la censura aparecía (mediante unos graciosos carteles) durante la parte de "las sondas anales" (que son una minucia durante el juego), y llegué a pensar que esto, por lógica, sería lo más "fuerte" por presenciar...pero la verdad, después de terminarme el juego en PC (donde no hay censura en la mayoría de los territorios) puedo asegurar que ni de coña es lo más hardcore que vais a presenciar, y os juro que existen momentos mil veces más extremos y censurables. (Inolvidable y "violenta" es la escena de fondo mientras luchamos contra Los gnomos  de los gallumbos...por ejemplo, mucho más "impresionante" que el tema de las sondas y sin censura alguna).

Lo recomiendo en PC, no solo por evitar la censura y por ser más barato (39€), sino porque aun siendo de Ubisoft no utiliza el mierdero Uplay...aunque en cualquier sistema es recomendable, y lo de la censura es una estupidez de tamaño titánico, que al final no tapa nada realmente duro, y que tan solo omite unos 5 o 10 minutos de juego. (Por cierto: el juego puede superar las 20h de duración contando con las misiones opcionales [ yo lo he finalizado en unas 18]).

En fin, amigos, si queréis dominar el milenario arte de los pedos, visitar el reino de Canadá (tremendo), luchar contra hombres desnudos, colaros en clínicas abortistas y aprender las técnicas...explorar culos y descubrir toda la verdad sobre Taco Bell, estáis tardando en conseguir este juego, que es lo puto mejor y lo más divertido que seguramente esté a vuestro alcance.

Hijos de puta! habéis matado a Kenny!!

9/10

4 comentarios:

  1. Este juego tiene que ser la caña, por lo que cuentas risas aseguradas. Un saludo.

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    1. Dalo por seguro: te explotará el clítoris, de la risa...inclusive aunque no poseas uno!!

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    2. Tendría que darle más peso al mensaje real que contiene la obra, y a la utilidad del mismo. Sentir afinidad por alguien que degrada los problemas del mundo, y que los parodia sin límite moral alguno es algo que puede considerarse como nocivo. La falta de afecto y de sintonía con los males ajenos se confunden con el humor, aunque entiendo que alguien adulto de mente pueda contemplarlo como simple ficción: ¿pero que ocurre con los niños? ¿acaso su aspecto de dibujo animado colorista no juega con llamar su atención?

      El señor nos guarde de todo mal.

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    3. Mamma mia!! No pienso responderte, tiempodeesperanza. Solo te digo que los colores, y los dibujos, son asociados a los niños por los que jamás se han parado a pensar que los realizan adultos...dale vueltas.

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