MASS EFFECT 2

POR: METALMAN

Tras convertirse en una de las franquicias más exitosas de la pasada década, Mass Effect resurgía con un nuevo capítulo intermedio, que tendría la dura tarea de continuar en condiciones a su primera entrega y de dejarnos con la miel en los labios, pendientes de un tercer acto.

Pese a ser un juego exclusivo de Xbox 360 (hasta finales de 2012), Mass Effect se convirtió en un fenómeno de masas absoluto. Su potente narrativa, el soberbio diseño y la grata forma con la que trató a la ciencia ficción, lo convirtieron en una de las sensaciones más imprescindibles de la séptima generación de videoconsolas.

Aun siendo un producto rudo en ciertos aspectos (sobre todo en los jugables), supo transmitir auténtica épica, resultando emocionante de principio a fin, y muy creíble.

Y era necesario continuarlo: Mass Effect 2 nos situaba poco tiempo después, tras los hechos acontecidos en su primera parte, a bordo de ese buque interestelar de los sueños que era la Normandy.

Para asombro de muchos (de todos), el juego comenzaba con la destrucción de la misma, y hasta con la muerte de Shepard...¿es un sueño? (pensaron algunos), ¿un final evitable a lo largo de la trama?

No, era la muerte real de nuestro héroe, su final inevitable. El simple suceso ya era impactante, pero presenciar el caos producido momentos antes de la destrucción, visualizando ese fuego en danza por toda la nave, más el mágico y mudo momento en gravedad cero (una de las escenas más breves y potentes jamás incluidas en juego alguno), convertían al suceso en algo casi mágico. No se podía empezar mejor, por muy extrañados y confundidos que estuviéramos. 

Además de dejarnos boquiabiertos con semejante secuencia inicial, ya se dejaban ver leves trazas de mejoría en algunos apartados. Las texturas lucían mejor, y el baile de las mismas (seña de identidad del Unreal Engine) parecía haberse esfumado. 

Los rostros de los personajes, su capacidad de expresión, la iluminación y los sombreados...prácticamente todo, a niveles técnicos, se sentía un peldaño por encima.

Así que, desde el inicio, se dejaba sentir su superioridad, además de un aumento desmedido de la tragedia, acompañado por una ambientación mucho más oscura y siniestra.

Ya metidos en faena, tras el intenso prólogo, comenzamos a ser conscientes también de otra gran mejora: el movimiento, apuntado y modo de cobertura de los personajes está mucho más trabajado, haciéndose sentir, casi, como en los "buenos" juegos de acción. No se puede decir que fuera perfecto, pero eliminaba de un plumazo la tosquedad de su entrega inicial. (Uno no se da cuenta de lo limitado de este apartado, aun con la mejora respecto al primer título, hasta que juega a Mass Effect 3...)

Hay que mencionar, para ser honestos del todo, que en este primer contacto se siente mucho más como un shooter...sensación que se incrementa a medida que lo jugamos. Hay muchísima más acción en Mass Effect 2 que en el 1, y parte culpable es la decisión de eliminar la exploración. (Mencionar, antes de que se me olvide, la deficiente IA de los enemigos, algo que no mejoró demasiado desde "el primer advenimiento")

Sí, ya no hay MAKO (hubiera deseado que llegaran a perfeccionarlo, al igual que el sistema de combate), y ahora la cosa pasa por utilizar sondas exploradoras. Un mapa en 3D por el que vamos moviendo el cursor, y que adjunta un sensor al lado, que nos indica una serie de lecturas...algo totalmente anodino y simple a más no poder. Un gran error.

Tampoco tenemos un inventario como el de la primera entrega, y esta vez las armas funcionan con cargadores...también somos testigos de uno de los peores sistemas de investigación visto en juego alguno...y las misiones secundarias, en su gran mayoría, son pasillos con enfrentamientos constantes.

Así que, según vamos jugando, nos damos cuenta de que el nuevo capítulo es acción constante en un 80%, y no es que sea malo, es que es excesivo...pero he de matizar esto último:

Hay dos posibles percepciones dentro del juego, y son muy diferentes: Si jugamos a centrarnos en la trama principal, las misiones son mucho más desafiantes, están muy bien hiladas y contienen bastante información. Es decir: si nos centramos en lo importante, el juego es más intenso, pero no se percibe de forma negativa, e incluso afirmaría que resulta más atractivo y directo, a la par que misterioso, gracias a la incógnita constante de su guión. Es trepidante. (Magistral, teniendo en cuenta que es una secuela de un juego "casi" perfecto).

Pero, si decidimos centrarnos en las misiones secundarias, se puede hacer una lectura muy diferente: Se convierte en algo tedioso y repetitivo.

Veréis, esta vez contaremos con un mayor número de aliados, y cada uno de ellos nos pedirá un favor. El problema es, sin duda alguna, que tanto la misión de reclutamiento, como la de ayuda, son un calco en casi todos ellos: Vamos a un planeta, buscamos información sobre su paradero y empieza la acción pasillera (creo que exceptuando la misión de Thane, y la de Tali, son todas iguales, aunque con distinta ambientación). No hay investigación, ni apenas posibilidades fuera de la acción, además de estar limitadas todas ellas por entornos lineales en exceso.

La diferencia en números es la siguiente: Realizar las secundarias de todos los integrantes (incluidas las de reclutarlos) puede suponer cerca de 20 horas de juego, en las que tan solo un par de ellas inciden directamente en la trama principal. Así pues, son demasiadas horas de misiones repetitivas y bastante mal diseñadas. (Lo siento, pero esto es así).

Insisto en que si no las realizamos todas el juego gana muchísimos enteros, pero perdemos la historia en profundidad de cada personaje, y los puntos de experiencia por completar dichas misiones. Al final, lo mejor es jugarlo, en una primera partida, realizando tan solo las secundarias de los dos o tres personajes más afines (los que más vayamos a utilizar) y centrarnos en lo importante (de verdad que es casi imprescindible hacerlo así), y dejar para una segunda partida todos los extras.

Lo he completado de las dos formas indicadas, y mi primera partida fue con todas las misiones secundarias: A las 25 o 30 horas estaba harto del juego...En cambio, en mi segunda pasada, y obviando la mayor parte de las mismas, hasta sentí participar en un título completamente diferente, mejor hilado y más variado. Esa segunda pasada, eliminando a esos factores tan poco inspirados, aupó, dentro de mi escala personal, a Mass Effect 2 como una de las mejores secuelas que he disfrutado jamás, y hasta me dejó con la duda de si era o no superior a la entrega original...

De momento ha de quedar claro que hay más acción, más drama, mayor número de personajes secundarios (algunos realmente geniales, como Thane, Legión o Zaeed [este último tan solo presente en la edición coleccionista o vía DLC]), mejores gráficos, animaciones más conseguidas y una trama no tan épica, pero mucho más intrigante...digamos, respecto a esto último, que estaremos constantemente con la mosca detrás de la oreja...no quiero destripar nada, y mucho menos su genial final.

Existe menor interacción (aunque hay bastante, todavía...) y se pierden cosas muy básicas como el inventario o el MAKO, además de introducir esa errónea necesidad de los cargadores (universales, por cierto). Sopesándolo, y centrándonos tan solo en las misiones principales (ya os decía que realizar las secundarias puede acabar en otra lectura muy diferente), las pérdidas no son para nada garrafales, pues la intensidad de la trama, los acertados personajes y el mejorado sistema de acción (junto a una ambientación que vuelve a ser de auténtico lujo) convierten a Mass Effect 2 en un capítulo más intenso...es decir, en el fondo, no necesitaba de sus descartes. Es infinitamente más vertiginoso que el primero.

Lejos de querer dejarlo en una comparación, más o menos justa, simplemente os diré que esta segunda parte es tan necesaria como la primera...y como la tercera...y esto ya lo debatiremos en breve.

Sigue siendo un juego esplendoroso, mejorando lo anterior, y volviendo a contar con una extraordinaria banda sonora (exquisita) y con un apartado técnico merecedor de nuestros aplausos. Es posible, en relación a este último aspecto, que hubiéramos agradecido una mejora más intensa en cuanto a las animaciones, así como una revisión en temas de contrastes (no están bien balanceados, ni en el 1 ni en el 2). Todo lo demás, perfecto.

Es una pena que no se incidiese aun más en la libertad, y también lo es que se descartasen ciertas opciones, en pos de mejorarlas, pero al final todo funciona. Son más nuestros deseos que sus carencias o errores.

No es un producto valiente, ni mucho menos, pero funciona al 100%, y termina siendo tan satisfactorio como el primero, con el añadido más importante de todos: te deja con ganas, de nuevo, de una continuación, y esta vez es una necesidad superior.

Esta entrega, como es lógico, sigue brillando más en PC que en consolas, aunque en esta ocasión no es tan grande la diferencia. Digamos que Mass Effect 1, para ordenadores, fue una revisión completa del título, con abundantes mejoras y detalles únicos, mientras que ahora es un simple port. Mayor tasa de frames, mejor calidad al aplicar filtrados (gana una barbaridad con Anti-alias) y mayores resoluciones. Luce mejor, pero no se distancia en exceso.

Por contra, sigue sin admitir pads de forma nativa, y tendremos que utilizar software del estilo Xpadder, o similar, para disfrutarlo en condiciones, sin necesitar de 40 teclas...vaya por delante que se controla estupendamente con teclado y ratón, pero no hay nada como tenerlo todo a mano. Y sí, soy un PCero de pro, y prefiero el mando.

Aun teniendo menos opciones reales que Mass Effect, esta continuación gana, por goleada, en un aspecto muy concreto: Los secundarios, que ya eran un lujo de inicio, se han vuelto aun más importantes. Puede que al existir un mayor número se haya creado la posibilidad de mayor afinidad también, ya que contamos con roles muy bien diferenciados.

Ahora tenemos a la rebelde (Jack), al androide (Legión), al mercenario sin compasión (Zaeed)...en definitiva: un elenco más variado (no será extraño escuchar a quien odia a tus predilectos, algo que indica, sin duda alguna, lo bien que funciona esta variedad).

No quiero hablar para nada de la trama, y hasta me resulta excesivo haberos contado el inicio de la misma (solo he mencionado los 10 primeros minutos de juego, que nadie se asuste), porque Mass Effect 2 es un juego del que es mejor no saber nada, para que perdure, durante toda la partida, la gran cantidad de dudas que contiene su guión. Sin dar más pistas, solo os diré que será constante la duda entre si seguimos a los buenos o a los malos...

En definitiva, no se puede realizar un balance tan simple como "¿mejor o peor que Mass Effect?", y ha de verse en conjunto como un complemento eficaz, e imprescindible, de la primera entrega. No creo que fuese sencillo volver a crear algo a su altura, y se terminó consiguiendo. Más eficiente en algunos aspectos y más limitado en otros, pero manteniendo todo el simbolismo y la magia de su primera entrega.

En realidad, y para finalizar, mi única crítica de peso sería la excesiva eliminación de libertad (simulada) en comparación con su primera parte. 

Más oscuro, mejor guionizado y muy pulido en términos técnicos, aunque algo flojo en torno a todas sus tramas secundarias (optativas, no nos olvidemos). Tan imprescindible como el capítulo inicial.

8,9/10