DARK EARTH

POR: METALMAN

Alone in the Dark, Resident Evil, Bioforge...Dark Earth. De este último, por desgracia, parece no acordarse casi nadie, pero ya os aviso de que se trata de un juego igual de válido, que pudo ser tan mítico (para algunos lo es) como otras grandes aventuras de acción y terror ya consagradas. 

Kalisto entertainment fue una de las muchas empresas de software lúdico que desaparecieron con la entrada del nuevo milenio. La pirateria (mal endémico hasta casi nuestros días), principalmente, les hizo perder ingentes cantidades de dinero, provocando su cierre y extinción. 

Para colmo de males, su gestión en aquellos tiempos de crisis no fue todo lo correcta que debiera, y protagonizaron un escándalo bastante llamativo allá en su tierra, Francia, donde prensa y televisiones airearon públicamente su forma de engañar a los inversores para evitar el cierre...

Su obra más conocida, desarrollada cuando todavía constituían uno de los equipos de programación internos de Mindscape, fue Fury of the Furries, juego que más tarde, tras la compra de derechos por parte de Namco, se transformó en Pac In Time. (Aunque su éxito comercial más rentable fue la adaptación jugable de El quinto elemento). Sus títulos más sonados: Nightmare Creatures, Ultim@te Race Pro y 4-Wheel Thunder, junto al que hoy nos ocupa: Dark Earth.

Dark Earth era un Survival con planos de cámara fijos, puntos de guardado muy distantes, puzzles, acción en tiempo real, trama de Sci-Fi/Terror y contaba con un grado muy abultado de aventura.

Quizá, su distinción más grande, en comparación con el resto de títulos semejantes de aquellos tiempos, era la enorme posibilidad de interacción que incluía, ya que se desarrollaba en un mundo bastante poblado. Esto lo hacía parecer más una "Graphic Adventure" (por sus constantes selecciones de texto, al hablar con sus muchos personajes) que un juego de su clase, pero os aseguro que distaba a un mundo de cualquier point & click de la época.   

Su trama (que llegó a inspirar un libro titulado como Dark Earth: The Torch/Robert Weinberg) nos hablaba sobre un mundo cuya inspiración inicial parecía tomar forma a partir de una fantasía medieval, para acto seguido informarnos de que no era un posible pasado, sino un apocalíptico futuro.

En el año 2054 un meteorito impactó contra la tierra, provocando lo que más tarde se conocería como "El gran cataclismo". Este suceso acabó con gran parte de la humanidad, barrió todo elemento tecnológico de la la faz de la tierra y sumió al mundo en una larga oscuridad.

Las nubes taparon el sol, y de las sombras surgieron nuevas especies. Mutantes del nuevo mundo. Los supervivientes buscaron refugios en lugares luminosos, donde los rayos del astro rey se dieran con más frecuencia, y los convirtieron en sus nuevos templos, llamándolos Stallites.  

Comenzaba la era de la veneración hacia la luz, y todo aquello que no la rindiera culto era considerado como oscuridad. Los humanos volvieron a un estado cuasi primitivo, sin apenas cultura a su alcance y viéndose obligados a crear una nueva.

Dentro de Esparta (el Stallite donde comienza nuestra odisea), tomamos el control de Arkhan, un guerrero (custodio del fuego) que comienza su jornada de guardia como lo haría cualquier otro día, protegiendo la entrada a una de las salas donde tiene lugar una importante reunión entre los sabios del lugar.

Nuestro héroe, a los pocos instantes de comenzar con su servicio, intuye cierto jaleo tras las puertas, lo que le empuja a investigar el motivo de tanto alboroto: cuando entra, se encuentra con que una criatura de la oscuridad está atacando a los ancianos, e interviene en el momento en que esta ataca a Lory, una suma sacerdotisa.

Arkhan logra salvarla, pero recibe el impacto de una extraña sustancia negruzca que le deja fuera de combate. Tras un tiempo de reposo, despierta y presencia la aberración en la que este contaminante le ha convertido: La oscuridad está deformando su cuerpo, y poco a poco se transformará en un mutante.

Así pues, nuestra meta durante todo el trayecto del juego será la de encontrar una cura, con el importante condicionante de que los nuestros nos repudiarán, de la misma forma en la que lo harán las criaturas oscuras. Todo salpicado por una trama adulta, con giros realmente buenos, traiciones y secretos sorprendentes.

Podría decirse, para encontrar un fácil y conocido ejemplo, que Dark Earth se asemeja bastante al más moderno Onimusha (a los dos primeros capítulos, en mayor medida), ya que propone ese clásico aspecto de survival con fondos pre-renderizados, acompañando a la acción con luchas cuerpo a cuerpo (armas blancas, aunque también las hay de fuego). Su sistema de enfrentamientos contó con dos modos posibles, oscuro y luminoso, que podían alternarse en tiempo real, y que variaban los golpes disponibles (servía del mismo modo a la hora de interactuar con los personajes secundarios, en las conversaciones).

Se trataba de un juego bastante grotesco e impactante, con una forma y un guión muy maduros (durante los 90 era extraño encontrar censuras comerciales en PC), que contaba también con unos fondos preciosos (o terroríficos, según el momento) y muy detallados, integrando en ellos personajes con unos modelados muy vistosos para la época y envueltos en unas excelentes texturas.

Era sangriento, y sus textos sucios y su acción violenta lo acompañaban sin igual, así que resultó bastante llamativo. De sus características más potentes podríamos destacar que contaba con diferentes finales, a los que se optaba tomando variados caminos, resolviendo ciertos puzzles de una manera concreta o según la elección de nuestros actos...en determinados momentos se daban cambios bastante potentes, y terminó por ser un juego rejugable como ningún otro de su estilo.

Su único fallo, y era algo común dentro de este tipo de juegos, se daba en algunos momentos de acción, en los que tanto Arkhan como los enemigos podían quedar un tanto vendidos por la restricción de los planos. Insisto en que era algo típico en títulos de técnica similar.

Podía considerarse como un juego muy duro, ya que algunos enfrentamientos se las traían, a lo que había que sumar la marcada distancia para poder salvar. En los lugares más tranquilos no era un gran problema, pero en otros la cosa se ponía peliaguda.

Sigo pensando, siempre lo he hecho, que es fácil confundirlo con una aventura, pero estas nunca se han caracterizado por semejante dureza, ni por contar con tal grado de acción. Así que, no, no es una aventura, es un Survival.

Como es lógico, hoy en día no impresiona igual a niveles estéticos, pero por aquel entonces fue uno de los más potentes de su estilo, y la calidad de todo su conjunto (incluida una estupenda BSO) resultaba bastante asombrosa.

También habría que decir que sus puzzles resultaban muy entretenidos, y que su trama se alejaba enormemente de las mansiones y demás clichés de otros semejantes. Es más, Dark Earth mostraba abundantes espacios abiertos.

Aunque las imágenes elegidas para acompañar al documento sean muy luminosas, os aseguro que el juego resultaba oscuro y terrorífico en su mayoría.

Se estuvo trabajando en un port para PS2, e incluso se llegaron a dar las primeras pinceladas para una segunda parte (recordar que es un juego de culto y muy venerado, aun sin haber sido un superventas), pero la situación de la empresa, en aquellos momentos, ya era insostenible.

Es triste que a Kalisto se la recuerde por esa basura de juegos que realizó bajo la licencia de El quinto elemento (en su versión de PSX, el primero fue considerado en no pocos medios como uno de los peores títulos de la plataforma...aun colocando casi un millón de unidades!), y que nadie hable de este o de Ultim@te Race Pro, que fueron dos maravillas en su día.

Se lo recomiendo, principalmente, a todos aquellos que gozasen con Bioforge (la obra de culto de Origin), aun avisando de que este juego es mucho mejor en todos los aspectos. Para los amantes de los Survival clásicos también es una pieza a tener en cuenta, y para casi cualquiera que se sienta atraído por obras como Onimusha.