DRIVECLUB

POR: METALMAN

Durante la presentación de PS4 DriveClub tuvo un papel importante: fue el primer juego de velocidad anunciado por Sony, y prometía ser revolucionario en no pocos aspectos...por desgracia, ha resultado en una tomadura de pelo de esas que hacen historia.

Supuestamente, se iba a tratar de un juego de lanzamiento, disponible desde el primer día de vida de Playstation 4. Nunca se ha llegado a saber oficialmente por qué se retrasó, aunque todo apunta a que algún fallo terrible, relacionado con su buen funcionamiento, fue el motivo.

Se demoró prácticamente un año para mejorarlo, decían, y para crear una experiencia inigualable...y en cierto modo es lo que han conseguido. 

Cinco ambientaciones diferentes, 55 trazados, 50 vehículos, 30 frames por segundo y un modo multijugador que pretende hacer competir hasta 12 jugadores, con la posibilidad de poder crear clubs en los que integrar a los amigos, corriendo codo con codo y retando al mundo entero.

No son cifras que despeinen, la verdad, y no me imagino qué habrán podido añadir durante su demora, porque la variedad no es precisamente su punto más fuerte. En este sentido, y empezando por las localizaciones, hay que decir que están realizadas con un encanto innegable, y pueden considerarse potentes, pero cansan, no tienen personalidad y acabas harto muy pronto. A Evolution Studios nos les falta técnica, pero igual les vendría bien contratar a algún gurú del diseño.    

Los vehículos, por otro lado, son el punto fuerte del título, y lucen de forma sublime. En pocos juegos vais a presenciar algo semejante...el problema con Driveclub, dicho esto, es que ya no hay nada más de lo que hablar.

Su IA es una mierda pinchada en un palo, con rivales que en vez de adelantar se estrellan contra nosotros, que no saben conducir y que se comportan de forma errática. Es más grave aun cuando descubres que el juego te penaliza por realizar una mala conducción...a ti, claro, no a ellos.

Su modo de un solo jugador es pobre, vacío y está falto de sorpresas, ya que se nota a la legua que ha sido diseñado con demasiado énfasis en torno a sus modos multiplayer...que no funcionan: A veces puedes jugar, a veces no...

Un juego no puede salir a la calle de esta forma, y solo por eso ya merece un suspenso. No creo estar siendo injusto: Si compro una película y le falta metraje, o un libro al que le faltan capítulos, reclamo una copia funcional al 100%, o que me devuelvan el dinero.

Claro que, con los videojuegos se puede esperar a que llegue una actualización. No importa que llegue: Lo que he comprado no funciona en condiciones, y de momento, semanas después de su lanzamiento, sigue sin hacerlo.

También se anunció, para redondear el absurdo que rodea a todo  lo relacionado con este título, que las repeticiones y la climatología variable llegarían en forma de descarga actualizable...A ver, en pleno 2014 que un juego no venga de serie con las opciones prometidas y que ni tan siquiera cuente con las repeticiones de serie...es un poco extraño ¿no?, por no decir directamente que es una vergüenza. (De verdad, ¿que han hecho estos tipos durante todo un año?)

Por si fuese poco, Sony prometió una versión descargable, gratuita, que se canceló el día de su estreno. El motivo, como ha pasado con la edición física, es el mismo: No funcionaba.

Su control no es malo, pero tampoco resulta asombroso en ningún aspecto. No está mal, pero se esperaba algo mucho más impresionante en este aspecto.

En fin, no voy a perder más tiempo con esto: Si tenéis opción, haceros con una copia del fabuloso Forza Horizon 2, que se mea de gusto encima de Forza 5 y de este juego.

Pobre, incompleto, falto de contenido, con una IA mal programada y con errores de funcionamiento...y en algunos sitios le dan hasta 8 puntos de nota. No os dejéis engañar: Es un producto lanzado con prisas que no se ha testeado en condiciones y que no cumple con lo exigible en plena octava generación.

Terrible e imperdonable.

Con este "juego" inauguro un nuevo sistema de puntuación, que tan solo llevarán los juegos problemáticos: se trata de adjuntar dos puntuaciones, una para valorar la calidad del juego y otra para representar su calidad como producto. La media entre ambas determinará la nota final.