jueves, 16 de octubre de 2014

UNA HISTORIA CHINA DE FANTASMAS


POR: METALMAN

El cine de Hong Kong, o al menos el desarrollado antes de mediados de los 90, ha de contemplarse como si de una obra de teatro se tratase, ya que sus bajos presupuestos, su acabado artesanal y la generalizada falta de medios, lo alejan en cuanto a calidades globales del cine occidental.

Dicho lo anterior, esto no significa que fuese peor, o que no contase con una espectacularidad digna, simplemente implica que no se le puede exigir ciertas cosas. Nunca encontraréis una gran calidad visual, ni escenarios por valor de millones de dólares, pero suele quedar compensado por lo imaginativo de sus propuestas y por la abultada calidad de sus escenógrafos.

Una Historia China de Fantasmas ha de contemplarse de esta manera: en vez de tomársela como una producción cinematográfica barata, es necesario pensar en ella como en una obra teatral de enorme presupuesto.  Si no, no funciona (y esto es aplicable al cine de serie B en líneas generales, aunque las películas asiáticas son en realidad mucho más teatrales que el resto).

Fue una de las primeras películas "místicas" (made in Hong Kong) que se distribuyeron en nuestro país, bajo el sello de Manga Films, y aunque no resultó en un éxito de masas, sí que impactó entre su audiencia como tiempo atrás ya lo hiciese con japoneses, coreanos y norteamericanos.


En realidad, y puede que os haya despistado con el texto inicial, estamos hablando de un auténtica Cult Movie, adorada en su momento (e incluso tiempo después) y considerada como uno de los mejores cuentos chinos en formato cinematográfico. 

Quizá, para esas audiencias iniciales, esta película resultase en algo similar a lo que nosotros percibimos y sentimos con La Princesa Prometida (no tienen nada que ver argumentalmente, pero ambas tienen ese aspecto tan de cuento).

Si la veis hoy en día puede resultaros difícil sintetizarla en condiciones, ya que el cine ha evolucionado mucho en temas técnicos, pero teniendo en cuenta que es un film para todos los públicos (muy centrado en la adolescencia), y que es 100% artesanal, hasta pudiera convenceros con su innegable encanto.

Ning se desplaza hasta un pueblo cercano para reclamar ciertas deudas (es un cobrador), y debido a que no logra cobrarlas, se ve forzado a hospedarse en un antiguo templo abandonado en mitad del bosque.


Allí conoce, tras caer la noche, a Siu Sin, una bella joven de la que se queda inmediatamente prendado, y de la que pierde la pista a la mañana siguiente. En ese momento es cuando conoce a Yin, un monje taoista que le explica una terrible verdad sobre el lugar: Un demonio lo habita, y utiliza a los espíritus errantes de la zona para apoderarse de las almas mortales que por allí transitan...

Es una mezcla entre comedia, artes marciales, aventuras, romance y terror, y cuenta con algunas de las mejores actuaciones con cables que jamás he visto. Además posee una iluminación fantástica, con unos tonos azulados, acompañados por una incesante neblina, que acaparan casi todas las escenas del metraje.

Se emplean muy bien ciertos recursos, como la reproducción a la inversa en no pocas escenas, e incluso se atreve (con limitados medios) a integrar Stop-Motion.

Lo mejor de todo es el personaje de Yin, protagonizado por el legendario Wu Ma (actor que por desgracia falleció este mismo año), quien nos regaló unas fascinantes escenas de lucha con poderes de por medio (son breves, pero muy impactantes). Al gran Wu Ma le podéis ver también en la genial Erase una vez en China, enfrentándose contra Jet Li en algunas escenas memorables (nunca obtuvo una fama similar a la de Chan, Li o Hung, pero fue un artista que nada tenía que envidiarles). 


Por otro lado, también tenemos como protagonista principal a Leslie Cheung, que fue un artista multidisplicinar (teatro, cine, música, humor...) de los más afamados y queridos en China. Este actor conmocionó a todo su pueblo tras suicidarse en 2003, arrojándose desde lo alto de una las más simbólicas torres de su país.

La producción corrió a cargo del archiconocido Tsui Hark, quien más tarde produjo otras dos secuelas (la segunda parte es continuación directa, y la tercera algo parecido a un What If, o a un reboot, que sucede 100 años después).

Existe un remake moderno, realizado en 2011, que para nada le hace justicia a la original, y también una adaptación animada enfocada para un público juvenil (está curiosa). Si mal no recuerdo, en 2008 se re-estrenó en los cines asiáticos, en una versión remasterizada que más tarde se empleó en sus ediciones para Bluray y DVD (en este último formato existen ambas versiones: original y remastered). 

Quiero insistir en que es un producto de su tiempo, y todo su encanto lucía mejor entonces, pero sigue resultando en un film con mucha personalidad y que merece la pena ver. Está claro que estas cosas impactan más en la juventud, pero no creo que eso sea suficiente excusa como para no verla.


Es una película básica dentro del cine de Hong Kong, y un magnífico ejemplo sobre lo peculiares que resultan sus creencias en contraste con las nuestras. 

No es la mejor película del mundo, pero es una obra de culto por muy buenos motivos. (Y recordarlo: es una película para todos los públicos...)


   

2 comentarios:

  1. Una peli muy molona de la época. A mi me gustó verla en su día. Un 7 (o casi...) es la nota que se merece.

    ¿¿¿Te puedes creer que nunca vi la 2ª ni la 3ª parte???

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    Respuestas
    1. La 2 es muy similar, aunque ya no tiene tanto encanto, pero la 3...la 3 es muy gore en comparación, y los protas no molan tanto. Aunque son muy curiosas de ver. Lo que nunca has de ver es el remake. Malo malísimo.

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