jueves, 6 de noviembre de 2014

WOLFENSTEIN: THE NEW ORDER


POR: METALMAN

Los nazis han ganado la guerra, invadido el mundo e instaurado la ley del terror, pero siempre se olvidan de su enemigo más letal y poderoso: El soldado Blazkowicz.

Mucho de Malditos bastardos, varias pizcas de Iron Sky e inclusive un ligerísimo parecido con los videojuegos The Chronicles of Riddick y The Darkness (pertenecientes al mismo estudio antes de convertirse en Machinegames), serían una buena forma de resumir su aspecto y ambientación, aunque no se acaba aquí la cosa.

Aun siendo obvio, una vez a los mandos, que ciertos momentos del juego, así como la forma de conectar las misiones y de interactuar, son similares en cierto grado (sin excederse) a los títulos antes mencionados, su Gunplay bebe más de Syndicate (también realizado por ellos).

Es decir: Si te gustaron los trabajos de Starbreeze, aquí tienes un buen resumen de casi toda su carrera. 


Si no los conoces, simplemente decirte que han sido uno de los estudios más destacables dentro de los FPS, y aunque no han logrado la fama de estudios mucho menos carismáticos y profesionales...son siempre una apuesta sobre seguro.

En esta ocasión se decidieron por apartarse un poco de las señas de identidad de la saga: No hay zombies, el ocultismo se convierte en tecnología y las zonas secretas de los mapeados apenas lo son...por lo demás, se siente tan clásico en su jugabilidad como cualquier otro Wolfenstein. Es un juego de tiros que no intenta otra cosa más que hacerte pasarlo bien mientras abres fuego (que es en lo que debieran centrarse muchos más productos similares). 

Es cierto que parte de la esencia original se ha perdido, pero se mantiene su crudeza (en realidad aumenta en un grado), su estilazo a lo serie B y esa sensación de que matar nazis nunca pasa de moda.

En The New Order se nos presenta a un Blazkowicz que sufre un trágico accidente en plena segunda guerra mundial, y que despierta años más tarde, descubriendo que se perdió la guerra. A partir de aquí, su única obsesión es acabar con el régimen, encontrar y rescatar a la resistencia y llenar de plomo a los malditos nazis.


Los acuchillaréis, descuartizaréis y volaréis en mil pedazos, que para eso es un Wolfenstein, y lo haréis a través de una campaña larga, bien ambientada y lo suficientemente variada como para no querer abandonar hasta llegar al final.

Es de agradecer que hayan centrado sus esfuerzos en el single player, evitando meter con calzador modos online que no conducen a ningún sitio (algo muy de moda). Si buscáis un título para poder transformaros en ese niño rata que lleváis dentro, olvidadlo y compraros un COD.

Para la ocasión se ha empleado el ID Tech 5, mismo motor del infravalorado (aunque no perfecto) RAGE, y hay que reconocer que el resultado es dispar: En consolas de séptima generación lo parte, entre otras cosas porque funciona a 60fps con una calidad más que meritoria, pero en las nuevas máquinas se queda algo corto.

Está muy bien realizado, no penséis mal, pero la diferencia general es una resolución global mayor (aplicable a las texturas) y poco más. Es decir, no aprovecha en absoluto lo que ofrecen.


Quiero dejar bien claro que contiene momentos espectaculares, que luce estupendo y que nadie podrá decir que está mal hecho, pero es un juego inter-generacional. Es similar (técnicamente hablando) al remaster de The Last of US: se ve mejor, está mejor iluminado y sus texturas brillan más, pero cara a cara (entre versiones de las dos generaciones) parecen el mismo juego, porque ocupar más en memoria no es igual que emplear más polígonos o patrones avanzados de diversa índole.

El gameplay es muy simple: avanza y dispara...avanza y dispara, que es lo que cualquier aficionado a la saga busca, pero lo hace realmente bien, gracias a un armamento limitado pero muy bien diseñado. Por cierto, celebro que de nuevo se puedan amputar miembros y reventar cabezas, que es lo lógico ante tal capacidad de destrucción.

Por otro lado, se nos propone utilizar el sigilo si queremos cambiar un poco. No funciona tan bien, la verdad, y aunque en ocasiones está bastante bien scriptado para que tenga sentido, en otras la cosa decae, principalmente porque la IA está bien definida para afrontar tiroteos, pero a la hora de estar al loro de si nos escondemos no rula al mismo nivel: será habitual tener en frente a un soldado (a escasos centímetros) y que suelte una exclamación...para acto seguido seguir con su ronda, sin hacernos caso alguno (en otros momentos pasa al revés, y parece que nos huelen).

Ya digo, a veces funciona, pero otras no, y es un poco triste, porque en The Chronicles of Riddick hicieron algo similar y funcionaba mucho mejor (aunque claro, aquí no era un extra optativo, y estaba muy bien integrado dentro del núcleo del juego).


Es mucho más satisfactorio emplear la fuerza bruta. Los enemigos son lo suficientemente variados, y algunos hasta dan miedo, por su increíble resistencia y potencia de fuego (conviene jugarlo por encima del nivel de dificultad normal).

En defintiva es más videojuego que muchos otros, porque no busca adornos estúpidos (con la salvedad de los extras tipo "farmeo", que no son excesivos), y resulta más puro y grato que Watch Dogs, Killzone o que otras propuestas variadas: aquí sabes a lo que vienes, y eso es lo que vas a encontrar: Nazis, muerte y destrucción.

Una de las grandes diferencias para con el resto de capítulos pasa por implementar a unos antagonistas con más peso, dejando a un lado a ese sentimiento tan trillado de USA vs the world, y aunque el Führer no se deja notar, sí que lo hacen la extremadamente perversa Engel (una hija de puta de cuidado) y el sádico general Calavera

Estas dos "joyas" protagonizarán algunos de los mejores cortes del juego, y ya os advierto que también parte de los más espeluznantes y sangrientos.


Os decía al inicio que había mucho de Malditos bastardos y algo de Iron Sky, y así es: del primer film se toma la forma y personalidad de ese loco comando, y básicamente es lo que encontraremos entre las personalidades aliadas. Por otro lado, de Iron Sky se toma esa genial inspiración de los nazis en la luna, la cual visitaremos en una de nuestras misiones.

Lo aumenta gracias a un acabado tecnológico y ambiental muy propio, a reventar de extraños "mechas" blindados, perros mutados y aumentados y otras delicias similares, como gigantescos robots...mola, mola mucho, e insisto en ese genial tufo a serie B que otras sagas descartan, pero que en este caso nos permite presenciar descabellados conceptos, resultando mucho más originales que los de la media.

El ambiente es extraño, porque viaja entre lo industrial a niveles entre 1940 y 1960, y lo potencia con un acabado bastante oscuro y adornado por tecnologías impropias de aquel momento. Lo mejor es ese toque a lo Diesel/Laser Punk que rodea a toda la obra, y que ocasiones la hace parecerse a lo que sería un Blade Runner próximo a la segunda guerra mundial. (Me encanta su ambientación, de verdad).

En definitiva es un juego que no inventa nada, excepto su propia distopía ambiental, pero aquello que propone lo hace bien en un 90%, y es por eso que funciona: No te distrae con mierdas de por medio, no se corta al mostrar elementos políticamente incorrectos y solo te pide una cosa: Dispara a todo lo que se mueva. 


Hubiese estado bien que le sacasen más provecho al ID Tech 5, o que se hubiesen empleado algunos aciertos de la entrega anterior (como el medallón de Thule y sus poderes), pero sin basarme en lo que yo quiero y centrándome en lo que tiene, es un juego notable.

Sin llegar a ser perfecto, es una de las mejores opciones dentro de la octava generación, y casi un imprescindible para la séptima, ocupada en exceso por CODS, Battlefields y similares propuestas.

Aun siendo muy clásico se siente bastante fresco, precisamente por ir a contracorriente del estándar actual. No quiero olvidarme de algo importante: su campaña es mucho más duradera que la media, y si queréis jugarlo en condiciones, y que de verdad os dure, jugarlo por encima del nivel normal.

No le pidáis nada, simplemente disfrutad de lo que contiene, y lo disfrutaréis. Sin duda.


Mechas, nazis en la luna, explosiones, sangre...en realidad no se puede pedir más: a la mierda con la actual epicidad de palo que impera! Wolfenstein mola más.

(Por cierto: no os olvidéis de visitar el camastro de la zona superior del cuartel de la resistencia, donde podréis acceder al nivel "pesadilla", que es todo un tributo al Wolfenstein 3D).

Solo para adultos: sexo, tacos, sangre y mucho horror...


2 comentarios:

  1. gtrts1_es

    Pues a mi me pareció un buen juego, puede que no para estar en una lista de imprescindibles pero si te hace disfrutar un rato con su propuesta tirando a retro.El modo historia es largo y variado con fases muy chulas y algunas no tanto.

    Buen análisis como siempre Isra y sigue pá lante .

    p.d no te pongo comentarios en otros juegos por que muchos ni los conozco!! jeje.

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    1. Totalmente de acuerdo. Supongo que este juego tiene ese punto retro y es lo que mola, que no se complica con cosas de moda. Perfecto no es, pero mola encontrarse con títulos así, clásicos e incorrectos!

      Abrazos señor GTR!

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