miércoles, 10 de diciembre de 2014

CRAZY TAXI


POR: METALMAN

Los poseedores de Dreamcast pudieron disfrutar del resurgir de la mejor Sega, gracias a una batería de títulos que recordaban, en cuanto a calidades, a la mítica compañía allá por los 80. Virtua Tennis, House of the Dead 2, NBA 2K, F355, Shenmue, Space Channel...y Crazy Taxi.

Y no es que Sega hubiese dejado de ser genial con anterioridad, pero su era más gloriosa fue, posiblemente, la que vivió en torno a las 8 y 16 Bits, donde se labró una importancia a la que pocas empresas han llegado. Está bastante claro que su época 32 Bits les despistó en cierto grado, pero llegados a finales de los 90 la cosa volvió a enfilarse hacia su rumbo natural.

Los arcades volvieron a ser suyos, y títulos como Sega Rally 2, junto a algunos de los ya nombrados en la entradilla, así lo demuestran. Sega volvía a brillar como en sus inicios, y Dreamcast se benefició de esa apuesta por la calidad.

Es posible, sin menospreciar a un buen montón de títulos, que Virtua Tennis y Crazy Taxi se convirtiesen en sus puntas de lanza, porque además de contar con un apartado gráfico sensacional, para aquel momento, supieron condensar de forma inigualable el auténtico significado de la palabra arcade.


Sencillos, espectaculares, intensos y accesibles, además de bien balanceados. No eran juegos para estar enganchados durante horas (que también, pero no era ese su fin), sino para divertir al máximo durante un momento insuperable.

En este caso se trataba de intentar aguantar el máximo posible al volante de un taxi, llevando a los pasajeros hasta su destino bajo el yugo de un cronómetro imparable. Si querías picarte contra alguien, le retabas a superar tu recaudación.

Según tardases en dejar al pasajero en su lugar de entrega, y sumando la pericia a los mandos (evitando chocar) se recibía una puntuación en forma de dinero virtual, haciendo las veces del típico y clásico score del que presumían los más grandes.

No había más complicación: Marcha adelante, marcha atrás, girar, acelerar y frenar...con una loca ciudad de por medio y con un tráfico intenso y muy Kamikaze.


Sencillo a la par que vertiginoso, no se debe definir con más parafernalia de por medio. Aun siendo el propio ritmo del juego, a consecuencia de su velocidad, el que impone su trepidante sensación, el factor musical fue el gran culpable de potenciarlo hasta un nuevo límite.

Y es que ese punk-rock colorista y desenfadado que aportaron bandas como Bad Religion o The Offspring resultó en todo un acierto, ya que conjuntaba al 100% con el ritmo visual del videojuego. 

En su versión para Dreamcast, cuyo acabado se puede considerar fiel a escala 1:1, se añadió un nuevo escenario y diversas pruebas de habilidad, que sirvieron para prolongar en cierto grado la duración del título, aun siendo más efectivo a un nivel de variedad que de longitud.

Llegados más tarde los ports para PS2, Gamecube y PC, se respetó al máximo todo aquello que fue incluido en la blanca de Sega, con la excepción de un nuevo doblaje para la máquina de Nintendo (algo inferior al original) y una nueva BSO para la versión de PC.


Todas son bastante similares, la verdad, y siempre se ha considerado como más robusta a la versión aparecida para Nintendo, aunque ni esta, ni tampoco la de PS2, muestran el fabuloso colorido que poseían los filtros de Dreamcast. En cualquier caso, todas son versiones excepcionales.

La crítica las penalizó bastante, por no aportar nada nuevo o exclusivo, pero siempre he pensado que no fueron justos, porque la esencia del propio juego, y el hecho de que resultase en un port fiel a la recreativa, estaba por encima de cualquier aspecto tecnológico o de añadidos posibles.

Y es que Crazy Taxi es, junto a otros tantos de esa época en Sega, uno de los últimos arcades Purasangre, comparable en sentimiento y en funcionalidad a juegos tan míticos como Space invaders o Pac-Man, en los que todo, absolutamente todo, era secundario con la excepción de sus sensaciones a los mandos.

He de admitir que nunca ha sido de mis juegos favoritos (lo que para nada me impide ser justo), aun habiéndole dedicado cientos de partidas, pero su importancia, en un momento donde los juegos tendían a complicarse más y más, y su espíritu significaron el resurgir de una simpleza perfectamente ejecutada y técnicamente acorde a su época.


Sus creadores originales fueron Hitmaker, quienes provenían de los estudios internos AM3, AM5 y Sega Rosso (es curioso, pero parte de este estudio trabajó con Namco en su clásico Ridge Racer).

Así pues, nos encontramos con gente que trabajó en Star Wars Trilogy arcade, Virtual On, Gunblade New York, Sega Rally, Sega Rally 2, Last Bronx, Jurassic Park arcade y mil títulos más...vamos, que no eran unos novatos dentro de Sega.

La mente tras el juego fue la de Kenji Kanno, quien hasta Crazy Taxi (serie que ocupa casi todo su currículum) no obtuvo demasiada importancia dentro de la casa, habiendo destacado únicamente por su dirección para el arcade on-rails Jurassic Park, y por participar más tarde en algún proyecto de Sumo digital/AM2

Personalmente, hecho de menos este tipo de títulos dentro del circuito comercial (es decir, excluyendo a los Indies), y pienso que esa maestría a la hora de proponer un sistema basado en la sencillez a los mandos, es tan necesaria como la complicación lógica que proponen otros géneros o similares, y es algo que se ha ido perdiendo poco a poco.


Crazy Taxi, digan lo que digan los que no saben discernir entre un auténtico arcade, diseñado con ese sentimiento fugaz y explosivo en mente, y un título concebido para sobremesas, es uno de los pocos juegos que puede considerarse infinito, y que sirve, de manera ejemplar, para matar el rato, sin que ello signifique querer trascender a niveles bastante superficiales y optando por divertir sin más: Breve, sí, pero porque la intensidad se mide en pequeñas porciones.

Cuatro conductores, cada uno con su propio vehículo, dos ciudades bastante extensas, una banda sonora de auténtico lujo y cientos y cientos de clientes con una prisa inusual y una billetera que vaciar a base de pisar el pedal. Lo demás, que no es mucho, es secundario.

Hoy en día se puede acceder a él casi desde cualquier plataforma, ya que existen versiones digitales y físicas para PC, PS3 Xbox 360, y tan solo en formato descarga para diversos sistemas móviles, además de contar con un port bastante bien llevado para PSP (que incluye también su segunda parte). 

Si alguna vez te sentiste atraído por los arcades de los recreativos, Crazy Taxi es esencia pura de lo que significaron y propusieron: Más con menos, calidad por cantidad y reto dentro de un marco adornado por simpleza y por nada más.

Tan básico y tan recomendable como el más clásico de entre los clásicos.




4 comentarios:

  1. Si señor, esto es un clásico de los de verdad, más simple que un chupete pero tan resultón como el que más.

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  2. Horas y horas de vicio (en mi caso a la versión de PS2... nunca tuve una Dreamcast :( Aunque jugué con ella) y sobre todo uno de los juegos favoritos de Rocío ¡¡¡Qué llegó a ser toda un hacha con el juego!!! ¡¡¡Qué lo sepas!!!

    Por cierto, cuando voy en coche y oigo por la radio alguna de las canciones aún pienso: "Crazy Taxi!!!".

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    1. La versió de Ps2 es como la de Dreamcast, así que se puede decir que habéis jugado al mismo juego. Pienso que este juego es de los que dejaron una imagen colectiva como ya hicieron otros clásicos, por eso lo comparo con Space invaders o con Pac-Man...es un puto clásico!

      Abrazos Man!!

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