miércoles, 17 de diciembre de 2014

RAY TRACERS


POR: METALMAN

La mayoría de los títulos pertenecientes a la saga Chase H.Q. son unos absolutos desconocidos, y en el caso de Ray Tracers se cumple esta norma. Veamos cómo le fue a la serie en su salto poligonal.

No es muy conocido, ya os lo adelantaba, pero siempre ha tenido su grupo de fieles seguidores. Y es que el único título de esta franquicia que realmente trascendió fue el primero, el magnífico Chase H.Q.

Fue el juego que puso de moda las persecuciones de criminales sobre ruedas, o la destrucción a bordo de vehículos. Su base era bien simple: conducir un potente deportivo por carreteras infestadas de tráfico, con el objetivo de alcanzar al criminal de turno antes de que escapase. Tras localizarlo, y esta era la mejor parte, tocaba destruirlo a base de impactar contra él.

Era la intensidad llevada a su máxima expresión, y para un arcade se trataba de una fórmula bastante acertada. Claro, que estos formatos no siempre funcionaban una vez portados a sistemas domésticos.


Y es que en una máquina recreativa introducías cinco duros y en cuestión de minutos quedaban rentados, ya que no buscabas un contacto prolongado, sino más bien uno breve pero intenso.

Sin embargo, gastarse una abultada cantidad de dinero (6000/7000 Pesetas) en un juego explosivo, muy explosivo, pero con una duración que se podía medir en minutos (el original se podía acabar en menos de 20) hacía que ese énfasis momentáneo no tuviera el mismo valor.

Con Ray Tracers, por desgracia, ocurría exactamente lo mismo (con toda la serie, la verdad), y se trataba de un juego que adaptaba de muy buenas maneras la esencia original, adornándola con un apartado completamente en 3D junto a una velocidad de vértigo, pero respetando esa clásica brevedad.

Si eres un amante de los arcades más puros no te importará, pero conviene avisarlo: Ray Tracers es un juego de fin de semana, al que en un par de horas se le puede sacar todo el partido.


Para compensar esa duración: tratándose de un juego creado en 1996 (Europa lo recibió en 1997) era un título bastante potente a nivel gráfico, e incluía rutinas tan sorprendentes como la emulación de reflejos en tiempo real (insisto: "emulación").

Y es llamativo, porque da el pego a todos los niveles, y resulta insólito ver lo bien que se reflejan partes del escenario sobre los cristales de los vehículos. Por si fuese poco, se trataba de un juego que funcionaba a una velocidad absurda, inclusive la versión PAL.

Sus acabados recordaban a los de Sega Rally en versión Saturn o a los de la conversión de Ridge Racer en PSX, posiblemente un punto por encima, debido a esa sensación espídica que antes os comentaba.

Su iluminación, las explosiones en pantalla, salpicaduras de agua (en tramos mojados) y detalles en general, le proporcionaban muy buena presencia.


Lucía muy bien, y jugablemente funcionaba, pero el problema gordo, dejando a un lado la ya consabida brevedad, era que sus rutas/pistas estaban demasiado desangeladas, y en vez de existir un tráfico al que esquivar (como en otros capítulos de la saga), aparecían unos pocos vehículos con ganas de guerra...

Es decir, no se potenciaba en ningún momento la medición del control, y eso pasaba factura a la hora de re-jugarlo. No tendría importancia si no fuese porque al terminar el recorrido tocaba enfrentarse al boss de turno, a base de golpes. Hubiese sido más correcto mezclar una conducción basada en los reflejos (esquivando bastante tráfico para arañar unos segundos) que luego diese paso a ese momento destructivo, y no crear una constante tan limitada.

4 vehículos seleccionables desde el inicio (más 3 desbloqueables), 5 fases y un modo Time Attack en el que competíamos contra un rival controlado por la CPU: Poco, muy poco, pero estupendamente representado para esos tiempos (la segunda hornada de juegos de PSX) y válido para una partida fugaz.

Es curioso y hace honor a esa potente sensación de los arcades, pero el paso del tiempo no lo ha tratado tan bien como a otros de sus contemporáneos.


No es un mal juego, y hará las delicias de los seguidores de la saga (aun siendo un spin off), pero para el resto ha de contemplarse como un juego secundario, de esos que merece la pena buscar cuando ya se tienen los realmente imprescindibles.

Curioso y entretenido, pero demasiado breve, incluso para su tiempo (más que por temas de variedad, por su limitadísima re-jugabilidad).


4 comentarios:

  1. Ultimamente me tienes muy perdido, por que de los juegos que hablas no conozco ninguno, y eso que durante toda mi vida he utilizado videoconsolas. Eres un friki de mucho nivel, y mola.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mi me pasa lo mismo...!!! Yo con este blog me lo paso teta leyendo de juegos que no conoce ni Dios (o de juegos que ya se me habían olvidado).

      Eliminar
    2. Supongo que lo suyo es hablar de cosas poco comunes u olvidadas, aunque siempre mola darle cuerda a cosas más candentes. Yo es que en las webs siempre busco algo inusual, que siempre me parece más llamativo que hablar solo de aquello que está de moda...y tú me entiendes perfectamente...y lo sabes!!

      Eliminar
  2. Bueno, el Chase hq sí que lo conocía!!!!

    ResponderEliminar