miércoles, 21 de enero de 2015

BREAKDOWN


POR: METALMAN

La mayoría de los exclusivos de Xbox han caído en el olvido. Algunos, quizá, no mereciesen más que ese ostracismo, debido a sus limitadas calidades globales, pero otros, en cambio, contenían peculiaridades que conviene recordar.

Todos, en mayor o en menor medida, recordamos esa excelente propuesta aparecida durante los primeros compases de la séptima generación, titulada Mirrors Edge. No miento a nadie, ni exagero en absoluto, si os digo que fue el único juego en primera persona capaz de aportarle al género un enfoque realmente diferenciador.

En este título se jugó a transmitir, de una forma mucho más inmersiva, la sensación de movernos dentro de una perspectiva bastante común, pero con el detalle suficiente (gracias a una animación y a unos movimientos de cámara excelentes) como para ser capaz de resultar infinitamente más realista, e inclusive provocando vértigo...pues bien, son algo distintos en su planteamiento y ejecución, pero Breakdown es el padre no reconocido de ese increíble trabajo realizado por EA DICE.

La diferencia más marcada: en Breakdown se emplea un sistema de juego que apenas tiene en cuenta elementos propios y genuinos de Mirrors Edge, como el Parkour. Ambos comparten un sistema de lucha muy conseguido (cuerpo a cuerpo) y en el título de Xbox las armas tienen un protagonismo inexistente en el título de EA.


Breakdown comienza rodeando al jugador de misterio, mientras le muestra (en una perspectiva en primera persona muy trabajada) a un personaje principal postrado en una cama médica. Ante sus ojos se aparece Alex, de la nada y mediante algún tipo de teleportación.

Esta co-protagonista nos da a entender que no recordamos nada, pero que debemos escapar del centro de investigación en el que nos encontramos. (Todo esto después de un tutorial bastante leve y práctico).

Alguien está interesado en dar con nosotros, con motivos nada claros de inicio, pero que apuntan hacia algunas de las habilidades sobrehumanas con las que contaremos al poco tiempo de comenzar nuestra huida...

Según nos encontremos con los enemigos aflorarán estas habilidades, además de algunas visiones bastante extrañas que nos irán ayudando a conocer algo más de nuestro pasado.


La trama es bastante meritoria, aunque no empezará a tener peso hasta pasadas un par de horas. De inicio, lo que más sorprende (y confunde) es la forma tan atractiva de representar todas las acciones que el personaje lleva a cabo, mediante una serie de animaciones muy conseguidas.

Le veremos "potar" en primera persona, lanzar sus puños y piernas en diferentes ataques, recoger munición del suelo y demás acciones que así contadas no parecen gran cosa, pero que han de verse en movimiento para entenderse plenamente.

La idea en Namco era la de ofrecer mayor detalle y realismo desde tan manida perspectiva, y resulta asombroso, hasta cierto punto, lo bien que resolvieron la papeleta, porque hasta la llegada de Breakdown no había nada igual.

El problema de estos detalles, y no es algo negativo, es que cuestan de asumirse, pues no estamos acostumbrados a los movimientos de cabeza del personaje, o al fuerte vaivén de su caminar. Es realista, y eso implica que al moverse no siempre mantiene un punto fijo (con la mirada) en el horizonte.


Tras unos 20 o 30 minutos ya lo tendremos dominado, y según juguemos se convertirá en algo natural, pero insisto: de inicio se hace muy extraña cualquier animación del protagonista.

El combate es fluido, sobre todo sin armas, ya que se ha integrado un sistema sencillo y muy bien medido. Hasta es posible realizar ciertos combos (sencillos) entre brazos y piernas, así como volteretas evasivas.

Las armas funcionan al igual que en cualquier otro juego de su estilo. Para cualquiera de los dos sistemas se cuenta con opción de seleccionar a los objetivos automáticamente, con solo pulsar un botón.

Aun con esto último, que ayuda bastante, Breakdown es un título difícil, en el que moriremos en bastantes ocasiones, ya que posee un estilo basado en el ensayo y el error, lo que implica que cada nuevo enemigo o momento álgido nos obligará a aprender a base de morir.


Es curioso, porque una vez dominados los controles y acostumbrados a la animación del protagonista, parece que nada puede pararnos (engaña bastante), pero siempre llega ese momento de dificultad creciente...y a veces hasta puede acabar con nuestra paciencia.

Casi no existen referencias u ordenes, por lo que en ocasiones no sabremos muy bien cómo actuar o hacia donde dirigirnos. Para algunos será un problema, pero para otros (entre los que me incluyo) resulta en un extra lógico y muy olvidado: No dárselo todo mascado al jugador acaba por hacerle mejorar, por prolongar la experiencia y por conseguir algo más de curiosidad. Que no es poco.

Jugablemente es un título válido, lejos de la perfección o de lo sublime, pero entretenido y muy original. Y difícil, no os olvidéis.

A niveles técnicos está compuesto por claroscuros constantes, sobre todo en materia de diseño, ya que donde más falla es en la representación de los niveles, estando la mayoría de ellos bastante pelados.


Tiene unas texturas decentes, unos modelados bastante buenos y una animación exquisita, además de moverse de forma fluida en todo momento. Al igual que os digo una cosa, os digo otra: el diseño en algunas ocasiones es bestial, sobre todo en torno a las alucinaciones y dentro de algunos decorados nada usuales...pero son minoría.

Es un juego que cuenta con cierta potencia, pero que no resulta tan bonito como otros tantos más contenidos en temas de números. Luce muy bien ,que nadie se engañe.

Lo mejor, en conjunto, es su trama y la inspiración que toma. Hay referencias hacia Matrix, Scanners, Blade Runner y otras cuantas más de la SciFi, así que si os mola esa tónica lo vais a disfrutar bastante.

En temas de sonido está muy trabajado todo, resultando en un apartado bastante potente, en líneas generales, y con calidad 5:1 (algo bastante normal en la primera Xbox).


Entretiene, es capaz de mostrarse diferente a cualquier otro título en primera persona de su generación y anteriores (e incluso posteriores, con la excepción ya comentada: Mirrors Edge) y se ve bonito.

No es perfecto, y a veces resulta algo encorsetado, pero sus sensaciones generales bien valen el precio de tener que soportar sus momentos más flojos.

Pienso, y estoy convencido del todo, que es un juego básico dentro del catálogo de Xbox, y no por ser un must have, sino por proponer, con unas calidades aceptables de por medio, algo bastante inusual dentro de su género.

Digamos que es bueno, pero que es más su exotismo y la importancia de ser un exclusivo dentro de una plataforma minoritaria (al menos en España). RECOMENDADO.



2 comentarios:

  1. gtrts1_es

    que poco conocemos de esa gran desconocida que fue la primera xbox. yo tengo que reconocer que es una consola que me encanta. tengo una cristal comprada nueva en su momento y sus exclusivos aunque sean pocos son de muy alta calidad.

    Lo pongo en la lista para conseguirlo.

    Gracias tio y sigue asiii! !!

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    1. Pues sí, señor GTR, Xbox es una gran desconocida y tiene un catálogo que poca gente conoce a fondo. No tiene tantos juegazos como una PS2, pero sus rarezas valen mucho la pena. Un abrazo tío.

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