lunes, 2 de febrero de 2015

STUNT RACE FX


POR: METALMAN

Gracias al fabuloso chip FX, Nintendo pudo crear algunos de los mejores juegos en 3D de los 90. Nadie parece olvidarse de ese titán de la diversión que fue Star Fox (el primero en emplear dicha tecnología), pero con Stunt Race FX la cosa es bien distinta.

En primer lugar, porque ya en su día ciertos medios decidieron ver problemas donde no los había, haciendo una publicidad que no estaba en línea a las calidades globales del producto, y en segundo, pero no menos importante, porque apareció (al menos en territorio europeo) con tan solo un mes de antelación a Donkey Kong Country...

Pensad que el título de Nintendo y Rare no solo dejó en un segundo plano al resto de lanzamientos próximos, dentro del catálogo de Snes, sino que hasta les restó importancia, durante un periodo no demasiado prolongado, a las consolas de 5ª generación.

Coincidir en el mercado con algo así arruina a cualquiera (en un sentido no literal), y a Stunt Race FX le pasó bastante factura. Es importante mencionar, y se suma a sus problemas de ventas, que al ser un cartucho con un chip extra (incluido en su interior) su precio final estaba un punto por encima de sus semejantes.


Aun con estos contratiempos de por medio, sus calidades resultaron incomparables al ponerlo cara a cara con casi cualquier otro producto destinado a las 16 Bits, ya que su acabado poligonal (mezclado con fabulosos sprites en 2D) y su propuesta jugable estaban a otro nivel.

No existe juego de conducción para aquellas plataformas que cuente con un control similar y tan bien medido, a la par que es imposible (con la excepción del Virtua Racing de Megadrive) dar con un aspecto tan impresionante. Y es que Stunt Race FX era bonito de principio a fin.

El diseño de sus vehículos, con sus característicos ojos, el colorido mostrado en pantalla, el tremendo diseño de sus circuitos (con desniveles y obstáculos de todo tipo) y los cientos de detalles a disfrutar (cambios climáticos en tiempo real [en cierta pantalla, la niebla se despajaba en la segunda vuelta...efecto que se volvió a utilizar en otro de los más grandes de Nintendo: Wave Race], pájaros volando por el cielo, aviones que se aproximaban a tierra, animales cruzándose en la carretera...) lo convirtieron en un juego sencillamente impresionante.

Aunque su potencia en bruto es fruto del empleo del Chip FX (obra y gracia de los geniales Argonaut Software), lo más destacable, sin duda alguna, es ese concepto de simpatía desbordante de colores lo que marcó la diferencia (su acabado es de estilo Cartoon).


5 vehículos (uno de ellos, exclusivo para las fases de bonus), 5 modos diferentes de juego (Free Trax, Battle Trax, Speed Trax, Free Run y Stunt Trax) y 15 fases para su modo principal (3 de ellas son las de bonus) son parte de su brutal cantidad de contenido, a lo que añadiremos otros cuatro circuitos para el modo Stunt (en el que había que recolectar ciertas estrellas) cuatro más para el modo de carreras de dobles y un último tramo de prácticas.

Pocos juegos de velocidad aportaron tal cantidad, y variedad, de elementos en juego (reconozcamos que estaban muy influenciados por el contenido del mítico Mario Kart).

Para darle más peso y cuerpo a lo que os cuento, baste con resaltar el maravilloso trabajo de animación que se añadió a los vehículos, su capacidad de sufrir daños y la personalidad que cada uno de los mismos aporta en su comportamiento. Adjuntando, por si os pareciese poco, tres perspectivas diferentes una vez en juego, incluida una (fabulosa) en primera persona.

Le sumamos también una banda sonora que toca el cielo (de las mejores dentro del sistema) y unos FX de sonido altamente conseguidos y tenemos, nada más y nada menos, que uno de los mejores juegos de la consola, de esa década y de Nintendo EAD.


Hubo, en su día, medios que se atrevieron a afirmar que existían bastantes juegos de conducción mejores, cuando es imposible demostrar tal metedura de pata, porque ninguno (y aquí si que incluyo a Virtua Racing) contaba con tal calidad de gameplay y con un control tan enfocado en la riqueza jugable. Que había buenos juegos de su temática era cierto, sin duda, pero que lo superasen...ni uno solo. Ni en 8 ni en 16 Bits.

No quiero olvidarme de su IA (fantástica para su tiempo) ni de lo bien medido que estaba el reto en su conjunto, principalmente en el modo Speed Trax, donde se requería de bastante práctica para superar todos los cursos (funcionaban mediante checkpoints con un límite de tiempo, y requerían de un uso muy bien medido del turbo). Las fases de bonus, por su parte, son de las más desquiciantes y divertidas que he jugado nunca, resultando algo más complejas que el resto.

Tanto si lo tapó un gran juego como si no, Stunt Race FX no consiguió la popularidad y cantidad de ventas que mereció (en realidad, tampoco fue un fracaso mercantil, pero no llegó a las millonadas de Marios y parecidos), y con el tiempo fue quedando en un olvido cercano, siendo mencionado vagamente y recordado como uno más.

Está claro que a algunos les gustará más que a otros, pero es indudable que se trata de un cartucho especial y de un juego recomendable, por rozar la perfección a todos los niveles y por poseer auténtico espíritu.


Es fácil hacerse con uno por muy pocos euros (lo normal es encontrarlo en torno a los 15, o por debajo) y recomiendo (si tenéis la consola modificada) su adquisición en NTSC-USA, ya que el cartucho PAL suele dar errores puntuales al forzarlo a 60hz.

Imprescindible cartucho para Super Nintendo.


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