domingo, 10 de mayo de 2015

BERZERK


POR: METALMAN

Que la gente siga picándose, en pleno 2015, a un juego creado allá por el 80, dice mucho sobre su calidad. Para muchos de nosotros Berzerk fue uno de los primeros contactos con el mundo del videojuego y, sinceramente, no pudo ser mejor.

En el año 3200 la humanidad se ha dedicado a explorar lejanos planetas, y en una de las muchas misiones de reconocimiento llevadas a cabo, un pequeño grupo de astronautas es enviado al planeta Mazeon (los nombres ochenteros son lo más).

Lo que en un principio parece un planeta desolado y oscuro, pronto se convierte en pesadilla, ya que el conjunto de aventureros se ve sorprendido por unos seres mecánicos llamados Auto-mazeons, que destruyen su nave y acaban con prácticamente toda la tripulación...

Tan solo uno de los humanos logra sobrevivir, pero es apresado y encerrado dentro de un siniestro laberinto, cuyas paredes láser (lo dicho, me encantan los 80) y patrullas de Auto-mazeons lo convierten en una prisión para el infinito.


Nuestros enemigos cometen el error de no quitarle el arma al protagonista, y este decide jugársela e intentar escapar a tiro limpio del enrevesado complejo...pero un ente superior, llamado Evil Otto, nos perseguirá hasta la muerte, y para mayor faena: no podremos destruirlo (en la versión para 2600 podíamos hacerle desaparecer durante un tiempo muy limitado).

Historias a parte, Berzerk era un juego con apenas cinco pantallas distintas que se repetían constantemente (unidas en bucle), pobladas por un número aleatorio de enemigos. Se trataba de saltar de unas a otras a la mayor velocidad posible, intentando acabar con el máximo número de Auto-mazeons entre las mismas.

Como peligro añadido, si tocábamos las paredes que conformaban el "laberinto" moríamos instantáneamente, y si nos demorábamos demasiado (nos entreteníamos para acabar con los enemigos) aparecía el ya mencionado Evil Otto. El infame Evil Otto. (La gracia de este personaje es que está representado por un smiley).

Visto hoy en día no sorprende, como es lógico, pero Berzerk contaba con un dinamismo poco común y con posibilidad de disparar hasta en ocho direcciones, gracias al concepto diseñado por Alan McNeil. Por otro lado, la inteligencia artificial incluida era bastante superior a la media de aquella época...aunque a veces para mal.


Y digo esto último porque Berzerk se hizo muy famoso gracias a las rutinas de los Auto-mazeons, que chocaban contra las paredes, se disparaban entre ellos y hasta se suicidaban al entrar en acción Evil Otto. Eran otros tiempos...

De impresión, y esto si que era el no va más, Berzerk implementaba voces digitalizadas (en la versión para Atari 5200, que data de 1983), convirtiéndose en todo un prodigio por ello y en mítico a lo largo de los años. Sus frases aleatorias (se formaban a través de la unión de varias palabras sueltas) han aparecido en multitud de films y de series: "Kill the Chicken" puede que sea la más célebre de todas.

Ni principio ni final, ni pantallazos entre fases ni nada que pudiese considerarse un adorno: puntuar más alto que los demás era su leitmotiv, como casi todos los videojuegos de aquella época.

Es sabido que Evil Otto recibió ese nombre por basarse en el jefe de McNeil (muy bueno, tío), como simple curiosidad.


Quiero insistir en que en su día Berzerk era realmente llamativo y divertido, y su existencia ha condicionado a no pocos programadores y compañías desarrolladoras. Desde el mítico Robotrón de Williams hasta el más moderno Gaunlet, por ejemplo. Hablamos de un juego que hizo escuela.

En mi caso, y lo he elegido por motivos personales, Berzerk fue uno de mis primeros contactos consoleros, ya que tuve el honor y el placer de disfrutarlo (en una tv en blanco y negro) allá por el 83, siendo aun un comino que flipaba con su Atari 2600...y con los calambres que le daban sus palanquitas.

Yo me hice a base de jugar a este título y al genial Defender...pero eso es otra historia. Sin más dilación, solo diré que hoy he hablado de un grande de verdad, al que multitud de chavales (principalmente en EE.UU.) siguen jugando, en pleno 2015, para batir año tras año la máxima puntuación.

No era perfecto, ni mucho menos, pero a pulso se ha ganado el convertirse en uno de los juegos más míticos e icónicos de todos los tiempos. Y bueno, Evil Otto también es uno de los personajes más grandes jamás creados.



(Aunque no os miento, y sigue siendo grande, recomiendo a los más jóvenes darle antes al Robotron 2084 [título que siempre me provocó cierta gracia], que cuenta con un concepto similar pero con una jugabilidad mucho más acorde a nuestros tiempos...o a tiempos cercanos del pasado, mejor dicho...).


2 comentarios:

  1. Evil Otto se acaba de transformar en mi jefe final favorito. Un smiley diabólico representa todo lo que molaba en los años ochenta y mucho mas

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  2. Lo que en aquellos tiempos no hacían los gráficos o la banda sonora, nuestra imaginación lo suplía inventando la historia y dándole una banda sonora épica jajajaja.

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