domingo, 10 de mayo de 2015

OVERBOARD!


POR: METALMAN

Aunque Psygnosis fue una compañía más que fundamental para el éxito logrado por PSX, no todos sus juegos han sido recordados con el mismo ímpetu. Algunos no lo merecían, siendo sincero, pero otros, en cambio, debieron correr mejor suerte.

Mezclar la estrategia (leves pinceladas) con la aventura, la exploración y con el carácter de los shoot´em ups puede parecer raro, pero es algo que durante los 90 se dio en abundantes ocasiones. Juegos como Mass Destruction, Return Fire y similares tuvieron su público y bastante aceptación.

Overboard! no dista en exceso de los ejemplos anteriores, aunque añade un carisma superior y hasta se atreve a darle cierto toque plataformero a la estructura de los niveles. Es un arcade de disparos sin scroll forzado (nosotros decidimos el desplazamiento) en el que priman los reflejos a la hora de esquivar locuras tan geniales como faros costeros dotados de cuchillas radiales, cañones y hasta lanzallamas. Está claro que su base es paródica, y más aun cuando nos encontramos con pulpos gigantes, dinosaurios y demás fauna y flora por el estilo.

Items que potencian nuestros cañones y que nos permiten disparar a enemigos aéreos, utilizar un turbo y hasta volar durante un tiempo limitado serían parte de sus encantos, sin olvidarnos de la importancia que ejerce la tripulación (los vamos perdiendo según nos dañan) y de lo gracioso que es verlos saltar dando mortales cuando el barco está en llamas.


Hay un poco de todo, pero la realidad es que se disfruta de forma parecida a cualquier juego de naves o top shooter, solo que con un diseño de fases peculiar, laberíntico en cierto grado y mucho más propicio a ser explorado.

Overboard! cuenta con cinco mundos divididos en varias fases, con ambientaciones heladas, tropicales y tormentosas. El diseño de las mismas se va enrevesando según avanza, adquiriendo más de ese matiz plataformero (no hay saltos, pero las esquivas estarán a la orden del día) que antes os comentaba.

A parte de su modo para un jugador, Overboard! cuenta con una excelente modalidad multiplayer, en la que se pueden retar hasta cinco personas (vía multi-tap), y que recuerda en cierto grado a las míticas luchas entre humanos de los Bomberman de Hudson.

Esto último no es más que un extra (bastante divertido, por cierto) que alberga diferentes arenas, ya que el peso real del juego recae sobre el modo "historia".


Es divertido, sin duda alguna, y hasta parcialmente original, pero a esto hay que sumarle un apartado gráfico sensacional y raramente bello para tratarse de un juego poligonal de 32 Bits.

Las sombras de los barcos, las diversas capas de transparencias implementadas sobre el agua o las nubes, las animaciones de algunos elementos o las coloridas texturas que aparecen por doquier le dan un aspecto sensacional al conjunto, que sumado a ese tono cercano a lo cute logra maravillar.

Inclusive hoy en día se puede hablar de él y emplear el término "encanto". Puede que no impresione igual que en 1997, pero resulta bonito...agradable. Es otro buen ejemplo de esa olvidada, pero fascinante, British old School.

Poder optar entre diferentes cámaras y contar con un prodigioso zoom hace que aumente la sensación de estar ante un producto muy cuidado. Es un título realizado con mimo, y se nota en todo momento. Añadir, también, que cuenta con una tasa de imágenes muy fluida.


Desde mi punto de vista, Overboard! es un imprescindible de su generación y de su sistema, por lo poco dada que fue su propuesta y por su innegable calidad. Creo que nunca tuvo el reconocimiento merecido, y aunque no lo valoraría como una obra maestra, sí que lo sentenciaría de necesario, aunque solo fuese por su distinción.

Junto con Loaded (de los geniales Gremlin), este es uno de mis juegos favoritos (del género arcade) dentro del catálogo de la gris de Sony, y recomiendo muy mucho darles un tiento, o comprarlos directamente, que son bastante económicos de segunda mano. (Hablando de Loaded, que no es más que una revisión modernizada del clásico Gaunlet, este Overboard! también contiene una parte importante del mismo, aunque estaría más cerca del Aurail de Sega, por poner un ejemplo).

En ocasiones pienso que este era el camino a seguir para los shoot´em ups, ya que me parece bastante más lógico que las minoritarias propuestas actuales o que los extraños experimentos llevados a cabo (que no estoy en contra de ellos, pero aquí ya había elementos de sobra con los que probar).

Buenos gráficos, un sonido molón y una jugabilidad acertada es lo que vais a encontrar. Como casi siempre digo, puede que os guste más o menos, pero es indudable su calidad.


Existe una versión para PC, con soporte para tarjetas 3DFX. No es un cambio demasiado radical, en comparación, aunque el empleo de una mayor resolución y del filtrado bilineal lo embellece en cierta medida. (En algunos territorios el juego recibió el nombre de Shipwreckers).

La vida pirata mola, y si es en plan coña y con un bonito acabado: aun mejor.


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