OPERATION WINBACK

POR: METALMAN

Antes de la llegada de Gears of War, y del cambio que introdujo en torno a los juegos de acción en tercera persona, los usuarios de N64 tuvieron el placer de encontrarse con el primer videojuego que coqueteaba con las coberturas en tiempo real.

No puedo afirmar con demasiada rotundidad que no existiese algo similar en sistema alguno, pero he de admitir que, posiblemente, Winback fuese el primero de su especie. Veréis, juegos con acción en tercera persona ya había unos cuantos, y más aun tras el pelotazo comercial que provocó Tomb Raider.

La diferencia entre la obra de Koei y el resto de 3PS era el uso intensivo de coberturas. Aquí, el protagonista debía valerse de los constantes parapetos que ofrecía el escenario y, una vez a cubierto, asomarse y apuntar para comenzar con el espectáculo.

La idea, e incluso su puesta en práctica, no era realmente novedosa, ya que en títulos como Time Crisis (1996) existía la posibilidad de cubrirse al pulsar un botón/pedal. En este caso se trataba de un juego de disparos sobre raíles, y el gameplay nada tenía que ver con lo que en 1999 nos mostraría Winback, pero es evidente que pudo ser el título que lo inspiró.

Tras cubrirnos podemos mantenernos a cubierto, elevarnos y pulsar el botón de apuntado, asomarnos por los laterales o agacharnos y desplazarnos a lo largo de la cobertura (en caso de que fuese amplia, al estilo de una pared o de un contenedor). Este sistema convertía la acción en más pausada y menos caótica que en otros títulos con perspectivas similares, además de colocar la cámara virtual en pleno foco de la acción.

Hay que recordar que, hasta bien entrada la generación de las 128 Bits, los juegos de cámaras con vista en tercera persona solían ser bastante problemáticos, ya fuese porque los mandos originales carecían de un segundo stick dedicado a estos menesteres, o porque la técnica todavía estaba en pañales. No era difícil encontrase con la típica pared que ocultaba al personaje principal, o con molestias similares, y al encontrarnos con una serie de lugares "pre-definidos" donde situar al protagonista, los programadores podían adaptar la perspectiva.

Esto es lo primero que llama la atención en Winback: está mejor enfocado en sus tiroteos gracias a este sistema, porque la mayor parte del juego no requiere de un movimiento de cámara en tiempo real. En las ocasiones donde sí se necesita, los botones amarillos del gamepad de N64 hacen las veces de segundo stick, pero al poder cubrirnos y mover la cámara, estando a salvo, resultaba más fácil de situar.

Por si con este aumento en la facilidad de control no fuese suficiente, el título cuenta con un botón para poder seleccionar automáticamente los blancos (aunque ya os digo que en ocasiones, no demasiadas, la cosa falla). Como el juego está pensado, casi en su totalidad, para dar paso a la acción tras cubrirnos, se siente en gran medida como un juego de pistola (y vuelvo al tema del Time Crisis) sin pistola...bastante genial para su tiempo.

En honor a la verdad, debo admitir que el juego solo falla (y es pasable) cuando hay acción sin cobertura de por medio (algo que se da muy pocas veces), ya que su núcleo no está diseñado para ello, y cuando se carece del mismo la acción es difícil de controlar. Aun diciendo esto, su jugabilidad es magnífica, teniendo en cuenta los estándares de calidad de su tiempo.

Winback, antes de su lanzamiento, fue contemplado como "el Metal Gear killer" de N64 (ya sabéis que en cada generación hay un killer, ya sea de Halo [Killzone], de Mario [Crash] o de cualquier otro título estrella), y si bien es cierto que en su forma narrativa, y en el modo en el que intenta presentar a los enemigos principales, es similar, quedó a bastante distancia de la obra de Kojima. No veo justo compararlos, ya que son bastante diferentes, pero es innegable que Koei se inspiró en ciertas facetas del título de Konami, que había arrasado un año antes.

31 niveles, una curva de dificultad creciente bien medida, diferentes armas, ataques cuerpo a cuerpo (muy limitados), enemigos finales y una narración in-game implementada con acierto (aunque con un guión a reventar de clichés) serían otros de sus puntos a destacar.

Por el lado negativo: mientras que a nivel de gráficos estaba bastante bien (sin impresionar en exceso, pero con una realización muy decente), en lo relacionado con el diseño se sentía algo pobre, por lo desangelado de algunos escenarios y por no mostrar demasiada variedad de entornos. Dentro de su plataforma existen juegos mucho más vistosos, pero yo lo consideraría potente, por la cantidad de enemigos en pantalla y por transcurrir (en gran parte de la aventura) en escenarios amplios.

Detalles como el movimiento del agua o el uso de ciertas transparencias le dan brillo a ese mal diseño, pero no lo salva de su excesiva sobriedad. Y me refiero a nivel conceptual, porque las fases sí que están bastante bien diseñadas y planeadas en relación al aspecto jugable.

Sonido bastante bueno, multijugador potente, final alternativo y sobrada originalidad en su propuesta serían otros aciertos a sumar, por lo que , en líneas generales, puede que Winback no fuese ese "killer" que los nintenderos esperaban, pero tenía encanto y cualidades suficientes como para ser deseado, comparativas a un lado.

Lo más curioso, pese a su frescura y a los pocos rivales existentes dentro de su plataforma, es que apenas vendió, pasando bastante desapercibido en su momento y convirtiéndose, años más tarde, en la típica joya oculta de su sistema.

Llegó a re-programarse y en 2001 apareció de nuevo en PS2, donde tampoco gozó de demasiada fama. Aunque esta versión luce mejor en todos sus apartados técnicos, en temas de control e incluso de cámara, la verdad es que se siente bastante pobre en comparación (es decir, el original brillaba más en N64 que este remake en PS2).

Supongo que Winback es otro de tantos que no supo venderse en condiciones, o que se distanció demasiado de las propuestas de su época (recordad que los FPS irrumpieron con mucha fuerza en N64). Lo que tengo claro es que se trata de un gran juego, y cualquiera que sea coleccionista o amante del sistema de 64 Bits de Nintendo tendría que hacerse con él.

Si os gustan este tipo de juegos, antes de disfrutar con la puesta a punto de PS2, o con su anodina continuación, os recomiendo Kill.Switch, que es la versión de Namco de este Winback. No es la octava maravilla, pero seguro que más de uno encuentra en él otra joya pasada por alto. 

Si os interesa leer otra crítica de Winback, aquí os dejo el enlace a "Con F...de Freak!". Siempre es bueno barajar distintos puntos de vista.