domingo, 27 de septiembre de 2015

PORSCHE CHALLENGE


POR: METALMAN

De un tiempo maravilloso, en el que los juegos de conducción se inspiraban en los arcades, proviene este título exclusivo de Sony, centrado en competir sin mayor adorno de por medio y sin proponer complicación alguna. Porsche Challenge.

Allá por 1997 llegaba a la gris de Sony un título programado por su estudio interno SCEE, cuyo mayor reclamo inicial pasaba por escudarse bajo la legendaria marca alemana y centrarse en su último gran éxito: el Porsche Boxter.

La idea previa al lanzamiento era la de recrear, fielmente, las características más definitorias del modelo en cuestión, teniendo en cuenta su potencia y maniobrabilidad, así como intentando reflejar con el máximo detalle su imponente aspecto.

Para conformar un paquete más llamativo, y así aportar cierta frescura y un mayor foco de atención, se buscó un diseño inspirado en circuitos reales y se intentó crear con el foto-realismo en mente. (Esto último no era posible en las plataformas de la época, pero lo cierto es que terminó resultando algo más realista que el resto).


Tomó aun más cuerpo cuando se decidió crear un conductor con características propias para cada vehículo, porque, aun habiendo un solo carro en todo el juego, se quería marcar la diferencia. Cada uno con su grado de agresividad, de pericia en torno a las curvas y más o menos amigo de apurar o de trazar una media correcta. Añadiendo un aspecto único acorde a su personalidad.

Para finalizar, y este es posible que fuese su añadido más llamativo, se concibió un sistema capaz variar los recorridos en tiempo real, haciendo de cada vuelta un reto diferente y con cambios que pillaban por sorpresa al jugador. Sobre el papel: una serie de ideas magistrales.

En líneas generales, se puede decir que todo aquello a lo que se aspiró en la fase de diseño y desarrollo se implementó, pero de una forma tan escueta y tímida que terminó por convertir a esas geniales ideas en detalles casi imperceptibles.

Los conductores apenas suponían un reto, motivo que se daba por implementar la cuestionable decisión de crear un rival principal por cada piloto que era seleccionado por el jugador. Es decir, elegías a tu avatar y este ya venía por defecto con un rival a batir, mientras que el resto contaba con una IA, digamos, predefinida.


Ese conductor (el que "combatía" activamente por el primer puesto) sí dejaba ver alguna de sus peculiaridades, mientras que el resto actuaba bajo un influjo más random. El único elemento que mostraban (el grupo falto de IA), y no siempre se dejaba sentir, era su comportamiento más o menos agresivo para con el jugador.

Curiosamente, no se puede hablar de un juego sencillo (tampoco es el colmo de la dificultad, ojo), ya que la falta real de competidores con pericia era suplida por un crono que forzaba a no bajar el ritmo y a conducir de la forma más ideal.

En el caso de los circuitos realistas y de la inclusión de ciertas variantes...supongo que sucedió algo similar. Pocos circuitos (aunque muy bien realizados) y muy pocas variables o incapaces de marcar auténtica distinción. Tan solo tres por recorrido. Y es que el modo "interactive" (es así como titularon a la modalidad que implementa esas variables en tiempo real) es tan liviano que asusta, y la idea era sensacional.

America, Tokyo, Alpes y Stuttgart (el famoso circuito de pruebas de Porsche) eran suficientes en su época, porque el arcade navegaba entre los 3 y 5 circuitos, dando mayor prioridad a las sensaciones in-game que a la cantidad de opciones posibles. Como en casi todos sus hermanos de género, se ampliaban con sus gemelos en modo espejo. La pena, ya os lo comentaba, es que no tuviesen mayor cantidad de rutas alternativas (o más significativas y amplias) para el modo "interactive", que era la auténtica distinción del juego.


Así que, la ambición se situó por encima de los resultados finales, aunque se incluyeron muestras efectivas de todo ese imaginario que quiso darle forma y alma al juego definitivo.

A nivel de control la cosa funcionó mucho mejor, ya que Porsche Challenge cuenta con una personalidad única a los mandos. Se disfruta y se siente distinto, haciendo que esa calidad indiscutible, junto a la exigencia del crono, supla del todo la limitada participación de los rivales. Es un juego que funciona, que divierte aun con sus errores y que se siente único para su época.

Pasando a los aspectos técnicos, también nos encontramos ante un juego ambicioso, pero que en este caso logra situarse muy por encima de la media. La escala escogida, la potente iluminación, el polycount y sus bonitas texturas llamaron mucho la atención, dejando como único (y comprensible) punto flojo la limitada distancia de visión y el popping repentino que se sucedía en determinados lugares de los trazados. En lo sonoro también funcionó bastante bien, aunque contenía una BSO demasiado limitada (como veis, este factor impera a casi todos los niveles).

De este modo, nos encontramos ante un juego bonito, potente, con una jugabilidad adecuada y con ideas que están ahí...pero de forma excesivamente secundaria y sin lograr destacar.


Lo que sucede es que, al final, juegos como Ridge Racer o Sega Rally (por ejemplo) aspiraron a menos en torno a sus aspectos secundarios, pero se centraron en un gameplay mucho más potente, por lo que Porsche Challenge es recomendable, pero no llega a esos estándares. Un nuevo balance para la IA y la inclusión de un mayor número de variantes por circuito lo hubiesen convertido en algo más trascendente.

No cabe duda alguna: es un juego divertido y llamativo que cuenta con un estupendo modo de 2 players, por lo que mi análisis no es negativo en conclusión. Es de esos juegos que rozaron la genialidad, que gustó al que lo jugó y que aun con ello no trascendió. Se quedó a medio gas por contener de todo en dosis mal medidas.


2 comentarios:

  1. No soy muy de juegos de coches (de hecho sólo me he enganchado al Ridge Racer para PSP y al Forza Horizon 2 para ONE), pero tengo que admitir que este Porsche tiene buena pinta. Quizás ese punto menos exigente de lo que fue gran turismo lo hace un poco más atrayente para mí. Le echaré un ojo. Como siempre, muchas gracias por tus aportes!

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    1. Es un buen juego, pero se quedó a medio gas. Tiene muy buenas ideas mal llevadas. Es más curioso que recomendable, pero no es un mal juego.

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